Esta miniserie de ciencia ficción se deja ver, mientras seguimos las pesquisas de un profesor de física que recibe, de forma extraña y misteriosa, una información que predice su muerte dentro de pocos días.
Timothy Hutton nunca ha sido un actor deslumbrante, pero tampoco malo, y de todas formas da un poco igual porque aquí lo que importa es la entretenida historia, que consigue salvar el día.
De hecho, me llama más la atención la actriz que hace de su inteligente hija, que el propio protagonista.
En cuanto a Angus MacFadyen, lo de este actor es un poco triste. Aluciné con su actuación en “Braveheart” como Robert Bruce. Pero luego, no ha hecho nada relevante en el resto de su carrera. Solo recuerdo haberle visto en series y miniseries como esta. Es una pena, porque el tipo lo hace muy bien, y aquí está desaprovechado con lo poco que sale. En fin, es lo que hay.
Como tan solo dura tres horas, si la consideramos como serie corta (que es lo que es) y no como película larga, la verdad es que no se enrollan con tramas superfluas.
Pero sí que tengo que decir que el montaje es un poco malo. Abusan de la cámara lenta con movimiento a saltos, no sé con qué intención, pero que queda realmente feo a nivel estético. Esas secuencias, que son muchas, no me han gustado cómo las han hecho.
La investigación y resolución de este misterio es bastante curiosa y no me la esperaba. Es suficientemente entretenida, sin ser tampoco nada del otro mundo. La verdad es que, teniendo potencial con su argumento, da la sensación de que les podría haber quedado mucho mejor, y que incluso podría haber sido una serie mucho más larga si la hubieran enfocado de otra forma. Se queda en pasable.