Tenemos de protagonista a James Spader, antes de quedarse calvo y comerse a sí mismo como podemos verle en "The blacklist". Su atormentado personaje le viene un poco grande porque su actuación en esta película no es gran cosa.
Pero comparado con Keanu Reeves, parece Marlon Brando. Y es que "Neo" hace de psicópata inteligente, pero como todos sabemos su talento artístico no es que sea muy comparable al de Lindsey Stirling precisamente.
El director se pasa un poco con el montaje de cámara lenta y saltos de fotogramas. Eso no me ha gustado mucho.
Pero todo eso da igual porque este thriller de andar por casa es capaz de distraerme durante su hora y media.
Este juego de gato y ratón se deja ver bastante bien. La trama no inventa nada pero es entretenida, porque además está claro que tampoco pretende otra cosa. Es una de esas películas que no son para ver muchas veces pero que te puede dar el apaño para una tarde de domingo tonta.
Al menos las reglas de este juego tienen un toque de originalidad y da pie a investigaciones policiales interesantes.
En conjunto, me convence.