Nadie como Mario Puzo para recrear en sus novelas el mundo de la mafia y el costumbrismo de la Italia más rural y profunda.
En cuanto a Christopher Lambert, el hecho de que tenga una filmografía horrorosa y sea un mal actor, no quita que en sus primeros años hiciera cosas medianamente interesantes como esta. Aquí le tenemos como una especie de Robin Hood a la italiana, viviendo algunas aventuras mientras burla no solo a la ley, sino también a la propia mafia.
Michael Cimino nos cuenta la historia más o menos bien. Pero comete algunos errores, como la lentitud y la excesiva e innecesaria duración. Otras meteduras de pata son poner las notas escritas en inglés cuando todos son italianos, o el increíble “spoiler” de cómo va a terminar la película que nos clava cuando ni siquiera han terminado los créditos iniciales.
Vemos una Sicilia con cierto aire de “western”, con terratenientes explotadores, y mafiosos y gente armada por todas partes. También nos habla de la típica revolución del pobre contra el rico. Obviamente, el material de Mario Puzo es muy inferior a “El padrino”, de ahí la escasa repercusión y el cierto olvido que ha tenido esta película. De hecho, la he visto en 2021 por primera vez, por la escasez de material nuevo que nos hace rebuscar en el pasado.
Pero en resumen, no está mal, sin ser tampoco una maravilla ni un gran film sobre mafia.
Por cierto, Joss Ackland es un antagonista genial, como también llegó a demostrar en “Arma letal 2” con su inmunidad diplomática.