17 años, nada más y nada menos, han pasado desde que Mike y Marcus vencieron al personaje de Jordi Mollà. Eso ya no parece importar hoy en día, donde las secuelas tardías no es algo que se vea raro, aunque en ocasiones no sean aciertos comerciales para sus productoras.
Los actores se conservan bastante bien. Tan solo se nota más el tiempo en Martin Lawrence, cuya cara hinchada me recuerda un poco a las prótesis que llevaba en “Esta abuela es un peligro”.
La película sigue bastante el esquema de las “buddy movies” y de las dos anteriores. Como novedad, mostrar a un Mike Lowrey más humano y con pasado, y sobre todo la incorporación del “AMMO”, el equipo que acompaña a los protagonistas con tecnología y armas.
No falta el humor, claro está. En esta saga siempre ha pesado tanto o más que la acción. Sin embargo, a diferencia de muchas películas actuales, la comedia que hay aquí no me llega a molestar. Es cierto que algunos chistes o momentos son absolutamente lamentables y deprimentes, pero no tantos como para llegar a estropear el conjunto de la película o que te den ganas de dejar de verla como por ejemplo me pasa con “Guardianes de la galaxia” o “Thor: ragnarok”. De hecho, ciertas escenas me han hecho reír, y con eso ya es suficiente.
Inesperadamente, también hay escenas serias y dramáticas. Pero aunque los actores hagan su esfuerzo por ponerse trascendentales (amistad, amor, nostalgia por el paso del tiempo y miedo a perder a los seres queridos, entre otras cosas), lo cierto es que no me los llego a creer por el tono cómico que tiene el film en casi todo el metraje.
Los malos muy bien. Kate del Castillo es una villana muy cruel, que encaja con el aspecto sensual y misterioso de la actriz mejicana. De secundario tenemos por ahí a Nicky Jam, para disfrute de los seguidores de su música.
La acción está ajustada. Siempre he pensado que en este tipo de películas los realizadores saben muy bien como dosificar las secuencias difíciles de rodar, entremetiéndolas entre mucha comedia de manera inteligente en el montaje para que parezca que hay más acción de la que realmente hay. Pero bueno, esto pasa desde “Arma letal” y es así. Lo que sí que echo en falta es la mano de Michael Bay, que dirige y deja un montaje mucho mejor en las dos primeras que en el que podemos ver aquí. Por ejemplo, las dos partes de persecución y tiroteo más importantes de “Bad boys for life” transcurren de noche y se ven mucho peor que las que había en las anteriores.
Resumiendo, una película tan entretenida y divertida como las que le anteceden. Es en el fondo más de lo mismo, aunque personalmente echo de menos a Michael Bay, y es la que menos me ha gustado de las tres que llevamos. A ver cómo siguen, pues tiene la pinta de que quieren seguir con la saga si la cosa va bien en taquilla.