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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
4
Ciencia ficción. Fantástico. Aventuras Caesar, el simio que capitaneó la revuelta contra la raza humana, es un benévolo gobernante que fomenta la convivencia con los hombres, a pesar de la oposición del general Aldo (Akins), jefe militar de los simios. No obstante, los hombres que han sobrevivido a un holocausto nuclear son considerados ciudadanos de segunda clase. Caesar decide realizar un viaje a la "Ciudad Prohibida" con MacDonald (Austin Stoker) y el sabio Virgil (Paul ... [+]
17 de agosto de 2011
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quinta y última entrega, durante más de 30 años, de la saga de El planeta de los simios. En esta ocasión, se nos cuenta el paso definitivo de los simios para dominar al hombre y el planeta. Además, se ve un intento de explicar algo de la segunda película de la saga que sirve de despertador para que suceda lo que sucede, sin tener una trascendencia mayor nada de ello. Hay cosas que son mejores por omisión.

J. Lee Thompson repite. Tócate los huevos Manolete. Si en su anterior trabajo "monístico" las escenas de acción eran un lío, aquí demuestra que lo único que aprendió a hacer durante el rodaje de aquella película fue el flan de huevo, motivo de que la abuela charlatana de un cámara se metiera un día en el rodaje y revelara su secreto culinario. Más allá de esa gilipollez, Thompson resulta tan incómodo como aburrido, llevando su pésima dirección encaminada, unicamente, a construir una película para niños en la que intenta que aprendamos por repetición. El ejemplo del discurso de Aldo ante los gorilas (sé que está hecho así para reflejar la personalidad de estos) podría extrapolarse a toda la película. Thompson repite y repite y repite y vuelve a repetir, consiguiendo que la primera vez esté fuera de lugar, la segunda provoque malas caras, la tercera ofenda y la cuarta den ganar de cometer asesinato. Los personajes fueron construidos gracias a las matemáticas: 10 personajes, 10 neuronas. A partir de ahí, cada uno que haga lo que pueda. El guión es mejor que el anterior, aunque lo cierto es que no da para hora y media, pues lo que tiene que contar es escaso y, lo que es peor, de interés casi nulo.

Roddy McDowall, emblema de la saga, vuelve a trabajar bien, con un personaje al que ya conoce de memoria (tanto a él como a su padre) y solo se echa en falta algo más de personalidad, no por culpa del actor sino por obra y gracia de el congunto creación de personajes - guión - dirección. Muy acertado también Claude Atkins, violento en sus gestos y encarnando bien a su unicelular particular. Natalie Trundy, en cambio, es el bluf de esta película en el apartado interpretativo. En ningún momento resulta creible, pudiendo decirse que se mete en el ridículo con demasiada frecuencia. Paul Williams, por su parte, está a la altura de McDowall y de Atkins, y su personaje es el único que tiene cierto juego, aunque no tanto como la película nos quiere hacer creer.

Resumiendo, que es gerundio: la quinta entrega de El planeta de los simios es tan mala como la anterior. Burda, vacía y apática, solo mejora a su predecesora en las interpretaciones de los actores y, tal vez, en la importancia de los orangutanes. El resto, muy flojo. Y alguna escena, como el ataque "sorpresa" simiesco, que es una auténtica mierda.
Grijander
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