Encuadrada en un género de comedia que podría ser de todo menos afectiva, Hasta la Vista es un trabajo que muestra comicidad a cuentagotas muy bien repartidas junto con un melodrama bien ensamblado gracias a un guión que a priori parece simple pero que sabe a dónde dirigir su mensaje. Con diferentes vertientes, trata la no fácil vida de tres personas discapacitadas que buscan cumplir un sueño de total libertad. En esa aventura se retratan las personalidades de cada uno de manera bastante afilada, demostrando que todos somos humanos a pesar de que unos pocos tengan problemas como los de los tres protagonistas. He ahí el mensaje que nos narra entre líneas junto con el objetivo principal de la película. Son como pequeñas delaminaciones en una hoja recién templada, en las has de fijarte bien para apreciar los mensajes que el director belga Geoffrey Enthoven deja diseminados por entre el metraje. Mención aparte tienen las interpretaciones de los tres protagonistas, que saben sacar lo malo y lo bueno de su situación.
En general, es un canto a la vida y a la libertad que hace que pensar mucho a las personas que tenemos la suerte de no tener ninguna discapacidad y que acostumbramos a quejarnos por todo. Debemos mirar a través de los ojos de estos tres jóvenes y visualizar que ellos luchan a pesar de las trabas físicas que poseen. ¡Luchadores!