Creo que todo el mundo tiene muy claro que si se elige la opción de ver esta película, se elige una hora y media repleta de vísceras, sangre y morbo sin recato; ya que, evidentemente, su título y su portada nos muestran claramente el panorama con el que nos vamos a encontrar.

En ese aspecto, la cinta cumple sobradamente su objetivo, sus imágenes no dan opción alguna a las personas sensibles y de estómago débil, y se nos ofrece sin reparo un completo catálogo de escenas de amputaciones, dolor y muerte; todo ello con un tono explícito y sin concesiones.
Y quizá por este aspecto le doy un tres, porque la película te consigue remover el estómago y te aprieta en el asiento cada vez que explota su faceta Gore; una faceta muy conseguida.

Pero más allá de la sangre, se nos quiere contar una historia que nos haga reflexionar sobre la condición humana y su capacidad de rebajarse a sus instintos más oscuros y primarios; así como también pretende presentarnos el dilema siempre presente en los medios de comunicación sensacionalistas; la eterna pregunta de si el fin justifica los medios.

Y en mi opinión, ahí es donde el film falla, porque se contradice su mensaje final con sus propias escenas de muerte de animales reales... ¿merece por ejemplo la pena matar una impresionante tortuga simplemente por alimentar el morbo del espectador?. Mi opinión es claramente no.

Pero bueno, saquen ustedes sus propias conclusiones, porque una película tan polémica siempre se presta a la subjetividad. En cuanto a la peli en sí, fuera de lo que acarrea a sus espaldas, decir que es bastante simplista y aburrida, y que tanto sus actores como su guión flojean escandalosamente. Eso sí, recomendable especialmente para los amantes del cine Gore, porque es todo un mito del género.

Disfruten de este oscuro espectáculo... si pueden ....