Titulo el comentario sobre esta película con el verdadero nombre de Lady Gaga, y lo hago porque detrás de un apodo, de un maquillaje, de una coreografía, siempre debe existir autenticidad. Esa autenticidad nos la transmiten nuestros dos protagonistas a lo largo de las más de dos horas que dura el filme.

Me da mucha rabia ver en lo que se ha convertido la industria musical. No soporto el pop actual, del que Lady Gaga es una de las máximas exponentes. Debo decir que, pese a mis dudas, su actuación me ha parecido genial, con una química tremenda con Bradley Cooper. Esa situación me ha generado sentimientos encontrados, y es que nos topamos con una oda al talento y a la pureza, perfectamente mostrados por una Lady Gaga que, sin embargo representa fuera del filme todo aquello que criticamos dentro del mismo.

La actuación de Cooper no se queda atrás. Transmite mucho cuando lo ves. Tristeza, esperanza, hundimiento... Tampoco podemos obviar que es su primer filme como director, y todo apunta a que hay un talento en ciernes detrás de las cámaras.

Del resto de actores, también debo mencionar a Sam Elliott. La última escena en la que comparte metraje junto a Cooper me encantó. Y curioso encontrarse a Andrew Dice Clay o Dave Chappelle en papeles no humorísticos.

La película es muy dura, con momentos intensos y que emocionarán a cualquiera con un mínimo de sentimientos. Me ha gustado mucho.