Me gusta cuando las películas de terror empiezan con personajes marginales, raritos o frikis. La protagonista de “May” es un buen ejemplo de ello. Sus dificultades para establecer relaciones sociales son el punto fuerte de este trabajo. Un comienzo estimulante e inquietante, que va perdiendo interés a medida que nuestra protagonista se va “calentando”. Momentos muy forzados (como el de los niños ciegos), el giro de guión algo chapucero, y el uso gratuito y nada original de una muñeca terrorífica. Sin embargo, algo que sí me gustó fue la manera en la que están rodados los asesinatos, de forma seca y directa. En fin, una interesante, pero fallida película.