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España España · Barcelona
Voto de Jaime Flores:
8
Drama Cuando una monja, Agnes asegura haber recibido la visita de Dios y haberse quedado embarazada, la psiquiatra Martha Livingston decide investigar el caso para llegar al fondo del asunto. (FILMAFFINITY)
26 de diciembre de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se nota cuando algo está bien pensado y bien escrito. John Pielmeier sabía muy bien qué quería contar o, dicho de otro modo, sabía qué quería plantear al personal y cómo hacer dudar hasta al más agnóstico sobre la faz de la tierra, como la protagonista, o como a mí mismo. Nosotros, los espectadores, somos Jane Fonda y, sin saber mucho de ella, nos metemos en su ser para resolver el caso que se nos ha sido encomendado.

Este es el de una monja que ha parido en un convento y, según asegura ella misma, sin la presencia de ningún hombre de carne y hueso. Y todo apunta hacia esa dirección, ya que estamos hablando de un sitio cerrado en el que son mínimos los posibles encuentros con varones por parte de las monjas. Eso es imposible, pensamos, de alguna forma ha tenido que suceder y no es Dios la respuesta al enigma, pero será durante el transcurso de la obra cuando llegaremos a planteárnoslo todo. Esa es la gracia y el éxito de "Agnes de Dios".

La película, como la obra teatral, imagino, se permite divagar ampliamante pero sólo sobre el tema en cuestión. Se ciñe a lo suyo, a Dios, a la fe y a la religión, y momentáneamente al tabaco, protagonista de una escena lucidísima, y a partir de ahí se abre a todo un abanico de posibilidades que se resumen perfectamente en las reiteradas conversaciones que mantienen la descreída y -cómo no- comprometida Jane Fonda y la severa y, a la vez, sensata y ex fumadora monja Anne Bancroft. A propósito, dos de las mejores actrices de América: Fonda es una auténtica estrella de la pantalla, sabe cómo estar y cómo moverse, amén de un rostro hecho para ser observado, mientras que Bancroft es un animal interpretativo, absolutamente categórico y siempre verosímil. Meg Tilly, en cambio, resulta insuficiente en su cometido, sobre todo en comparación con sus compañeras.

Todo lo que se habla en "Agnes de Dios" me parece asaz interesante, teniendo en cuenta lo mucho que la religión rige nuestras vidas, las de los creyentes y la de los que no lo somos. En lo que respecta a la dirección y los aspectos técnicos, Norman Jewison hace un buen trabajo al situar las escenas en ambientes oscuros, azulados, siempre con frío y músicas celestiales, demostrando, además, un pulso cinematográfico envidiable, ya que si bien no es "El lobo de Wall Street", tampoco debe serlo, pues estamos hablando de monjas, conventos y alumbramientos celestiales, "Agnes de Dios" se ve con una facilidad pasmosa, pese a que el guión trate temas tan voluptuosos.

Podría concluir que es una película sencilla en modos y soberbia en fondos, siendo altamente plausible cómo consigue turbar al espectador partiendo de una cuestión inicial tan pueril e inverosímil.
Jaime Flores
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