Quitando un título que la ha hecho difícil de recordar y alguna otra cuestión que más adelante detallaré, "Plan de vuelo" es un grato pasatiempos en el que sus adecuados 130 minutos se comen y se digieren con gusto, amén de una equis a resolver en un entorno insólito, y por ello ambicioso, un suspense in crescendo y una gran intérprete protagonista.

Personalmente, lo que creo que hace muy bien Robert Schwentke, además de mostrar un dirección muy adecuada para este negociado, a excepción de algunas cámaras lentas que no, es interpelar constantemente al espectador. Hacerle partícipe y que esté, como estuve yo, creando teorías de forma incesante, y que estas fuesen cayéndose o rescatándose según transcurría la acción.

Su único y objetivo error es que, una vez descubierto el pastel, resulta inverosímil un hecho en concreto*(1). Es en esa ambición desmedida de la película, que quiere hacer posible lo imposible, en dónde yerra, porque lo demás es retorcido pero asumible y gustoso de ver. Junto al citado suspense y al ritmo frenético que mantiene, no podemos obviar una Jodie Foster realísima, a la que te crees siempre.

Entiendo que haya muchos que detesten "Plan de vuelo", por aquello de ser tan universal, pero a mi me sirvió para pasar una estupenda noche de invierno.