Media votos
6,7
Votos
5.206
Críticas
1.665
Listas
182
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Miquel:
9
8,3
21.641
Thriller. Intriga
Un asesino de niñas tiene atemorizada a toda la ciudad de Berlín. La policía lo busca frenética y desesperadamente, deteniendo a cualquier persona mínimamente sospechosa. Por su parte, los jefes del hampa, furiosos por las redadas que están sufriendo por culpa del asesino, deciden buscarlo ellos mismos. (FILMAFFINITY)
6 de septiembre de 2009
52 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran clásico de la historia del cine, realizado por Fritz Lang (1890-1976). El guión, de Thea von Harbou y Fritz Lang, se inspira en un artículo periodístico de Egon Jacobson, referido a hechos reales de la vida del criminal Peter Kürten, activo en los años 20 del siglo pasado. Se rueda en Staaken (Spandau, Berlin). Producido por Seymour Nebenzahl para Nero Film AG, se estrena el 11-V-1931 (Berlin).
La acción dramática tiene lugar en Düsseldorf (Alemania) en 1929-30, a lo largo de 8 meses. El film suma crimen, cine negro, policiaco y thriller. Es la primera cinta sonora de Lang, lo que le lleva a abreviar los diálogos y a rodar las imágenes a la manera del cine mudo. La brevedad de los diálogos singulariza a la obra frente a la exagerada extensión del uso de la palabra que caracterizaba a los primeras producciones sonoras. Lang desea evitar las distracciones y el aburrimiento del público. Por otro lado, las técnicas del cine mudo le permiten contar con el potencial de sugerencias, sutilezas e insinuaciones de la narración visual. Con todo, la actitud del realizador se muestra abierta a las innovaciones, tanto temáticas como estilísticas.
El film es una de las primeras obras importantes que tratan un tema propio de cine negro, que analiza el comportamiento de un asesino en serie y que explora el comportamiento de la policía desde una perspectiva moderna: estudio de huellas dactilares y análisis caligráficos, de reciente implantación. Por lo demás, es una obra pionera en el uso de la voz fuera de campo, en situar los asesinatos fuera de pantalla por medio de símbolos inequívocos. Juega con la procedencia de la voz que se oye (narrador o cliente de un bar que lee el periódico en voz alta) e incluso con los puntos de vista: la cámara se mueve por las calles adoptando distintos puntos de vista, alguno tan sorprendente como el de una rata.
Refleja con maestría, economía de medios e imaginación, el terrible ambiente de ansiedad, paranoia, obsesión y desconfianza que se ha apoderado de los ciudadanos. Dibuja una ciudad poseída por la angustia, el descontrol emocional, el miedo y sentimientos demoledores de peligro, inseguridad y vulnerabilidad, que eran los que vivía Alemania en aquellos momentos, poco antes de que Hitler fuera designado canciller de la República de Weimar. Añade referencias al estado de precariedad económica y pobreza del país, mediante escenas breves como la que muestra en el bar, en primer plano, salsas descompuestas, queso podrido, colillas exageradamente apuradas, etc.
Combina con inusual eficacia elementos contrapuestos y contradictorios. Suma en paralelo las sesiones de los gabinetes de crisis de la policía, presididos por un ministro(Stein) y de los jefes del hampa, humor y horror, falsa justicia privada y justicia institucional pública, respeto a la ley y afanes de linchamiento, la existencia de un mundo superior visible y de un mundo subterráneo, etc.
La acción dramática tiene lugar en Düsseldorf (Alemania) en 1929-30, a lo largo de 8 meses. El film suma crimen, cine negro, policiaco y thriller. Es la primera cinta sonora de Lang, lo que le lleva a abreviar los diálogos y a rodar las imágenes a la manera del cine mudo. La brevedad de los diálogos singulariza a la obra frente a la exagerada extensión del uso de la palabra que caracterizaba a los primeras producciones sonoras. Lang desea evitar las distracciones y el aburrimiento del público. Por otro lado, las técnicas del cine mudo le permiten contar con el potencial de sugerencias, sutilezas e insinuaciones de la narración visual. Con todo, la actitud del realizador se muestra abierta a las innovaciones, tanto temáticas como estilísticas.
El film es una de las primeras obras importantes que tratan un tema propio de cine negro, que analiza el comportamiento de un asesino en serie y que explora el comportamiento de la policía desde una perspectiva moderna: estudio de huellas dactilares y análisis caligráficos, de reciente implantación. Por lo demás, es una obra pionera en el uso de la voz fuera de campo, en situar los asesinatos fuera de pantalla por medio de símbolos inequívocos. Juega con la procedencia de la voz que se oye (narrador o cliente de un bar que lee el periódico en voz alta) e incluso con los puntos de vista: la cámara se mueve por las calles adoptando distintos puntos de vista, alguno tan sorprendente como el de una rata.
Refleja con maestría, economía de medios e imaginación, el terrible ambiente de ansiedad, paranoia, obsesión y desconfianza que se ha apoderado de los ciudadanos. Dibuja una ciudad poseída por la angustia, el descontrol emocional, el miedo y sentimientos demoledores de peligro, inseguridad y vulnerabilidad, que eran los que vivía Alemania en aquellos momentos, poco antes de que Hitler fuera designado canciller de la República de Weimar. Añade referencias al estado de precariedad económica y pobreza del país, mediante escenas breves como la que muestra en el bar, en primer plano, salsas descompuestas, queso podrido, colillas exageradamente apuradas, etc.
Combina con inusual eficacia elementos contrapuestos y contradictorios. Suma en paralelo las sesiones de los gabinetes de crisis de la policía, presididos por un ministro(Stein) y de los jefes del hampa, humor y horror, falsa justicia privada y justicia institucional pública, respeto a la ley y afanes de linchamiento, la existencia de un mundo superior visible y de un mundo subterráneo, etc.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
(Los spoilers se han situado hacia el final del presente espacio).
Lang se manifiesta a favor del orden constitucional, el imperio de la ley, la inviolabilidad de la libertad humana, el derecho de todo ser humano a un juicio justo y con garantías, etc. Condena el fanatismo, la búsqueda de víctimas propiciatorias, la ocupación del poder por los violentos e intransigentes, etc. La película, que había contado con un notable éxito de taquilla y crítica, fue prohibida en Alemania en 1934, poco después de la salida de Lang del país y de su separación matrimonial de Thea von Harbou (1933). La interpretación de Peter Lorre, de 26 años, es magistral.
La banda sonora consta de un solo tema, “En la gruta del rey de las mentiras”, de “Peer Gynt”, de Grieg. Convertido en motivo simbólico, lo silba Hans cuando proyecta un nuevo crimen, del que se convierte en anuncio. La condición de secuencia melódica repetitiva ( o leitmotiv) del corte de referencia es otra de las innovaciones del film. Por lo demás, el leitmotiv del film se convierte en un elemento de importancia muy especial en el desarrollo de la acción. La fotografía, de Fritz Arno Wagner (“El testamento del Dr. Mabuse”, 1933), presenta los rostros de los facinerosos como caricaturas deformes, retorcidas y escalofriantes. Construye travellings descriptivos de gran fuerza, realiza tomas largas, ofrece planos cenitales (hueco de la escalera de la Sra. Beckmann) y compone elegantes secuencias de generoso minutaje.
Spoiler
Hans Beckert (Lorre), soltero, solitario, de unos 45 años, aparentemente tranquilo, vive como huésped en la casa particular de Elisabeth Winkler (Valetti). Es un infanticida que aborda y seduce a las víctimas con golosinas y obsequios. Tiene por costumbre llevarlas fuera de la ciudad, donde hace desaparecer sus restos y pertenencias, por lo que la policía carece de pistas. Sospechando que se trata de un psicópata dado de alta en los últimos años, la policía selecciona más de 25.000 fichas de sospechosos, a los que investiga. Incrementa la vigilancia callejera, las redadas y las detenciones. La organización criminal Ring, que domina los bajos fondos de la ciudad, se inquieta porque las redadas frecuentes de la policía y su mayor presencia en la calle perjudican sus negocios. Deciden intervenir por su cuenta en la identificación y detención del asesino. Elaboran un plan de acción que ocupa a sus miembros y a los mendigos de la ciudad.
Bibliografía
- Eckard PABST, “M, el vampiro de Dusseldorf”, ‘El cine de los 30 (Jürgen Müller)’, págs. 68-75, Taschen ed., Colonia (Alemania), 2006.
- Rafael MIRET, “M, el vampiro de Düsseldorf”, ‘Drigido por’, nº 335, junio 2004.
- Roger EBERT, “M, el vampiro de Dusseldorf”, ‘Las grandes películas’, V. 1, págs. 252-255, Robinbook ed., Barcelona 2003.
Lang se manifiesta a favor del orden constitucional, el imperio de la ley, la inviolabilidad de la libertad humana, el derecho de todo ser humano a un juicio justo y con garantías, etc. Condena el fanatismo, la búsqueda de víctimas propiciatorias, la ocupación del poder por los violentos e intransigentes, etc. La película, que había contado con un notable éxito de taquilla y crítica, fue prohibida en Alemania en 1934, poco después de la salida de Lang del país y de su separación matrimonial de Thea von Harbou (1933). La interpretación de Peter Lorre, de 26 años, es magistral.
La banda sonora consta de un solo tema, “En la gruta del rey de las mentiras”, de “Peer Gynt”, de Grieg. Convertido en motivo simbólico, lo silba Hans cuando proyecta un nuevo crimen, del que se convierte en anuncio. La condición de secuencia melódica repetitiva ( o leitmotiv) del corte de referencia es otra de las innovaciones del film. Por lo demás, el leitmotiv del film se convierte en un elemento de importancia muy especial en el desarrollo de la acción. La fotografía, de Fritz Arno Wagner (“El testamento del Dr. Mabuse”, 1933), presenta los rostros de los facinerosos como caricaturas deformes, retorcidas y escalofriantes. Construye travellings descriptivos de gran fuerza, realiza tomas largas, ofrece planos cenitales (hueco de la escalera de la Sra. Beckmann) y compone elegantes secuencias de generoso minutaje.
Spoiler
Hans Beckert (Lorre), soltero, solitario, de unos 45 años, aparentemente tranquilo, vive como huésped en la casa particular de Elisabeth Winkler (Valetti). Es un infanticida que aborda y seduce a las víctimas con golosinas y obsequios. Tiene por costumbre llevarlas fuera de la ciudad, donde hace desaparecer sus restos y pertenencias, por lo que la policía carece de pistas. Sospechando que se trata de un psicópata dado de alta en los últimos años, la policía selecciona más de 25.000 fichas de sospechosos, a los que investiga. Incrementa la vigilancia callejera, las redadas y las detenciones. La organización criminal Ring, que domina los bajos fondos de la ciudad, se inquieta porque las redadas frecuentes de la policía y su mayor presencia en la calle perjudican sus negocios. Deciden intervenir por su cuenta en la identificación y detención del asesino. Elaboran un plan de acción que ocupa a sus miembros y a los mendigos de la ciudad.
Bibliografía
- Eckard PABST, “M, el vampiro de Dusseldorf”, ‘El cine de los 30 (Jürgen Müller)’, págs. 68-75, Taschen ed., Colonia (Alemania), 2006.
- Rafael MIRET, “M, el vampiro de Düsseldorf”, ‘Drigido por’, nº 335, junio 2004.
- Roger EBERT, “M, el vampiro de Dusseldorf”, ‘Las grandes películas’, V. 1, págs. 252-255, Robinbook ed., Barcelona 2003.