Cuando vas a ver una película de dinosaurios sabes que vas a ver cuánto han mejorado los efectos especiales. Del resto te puedes imaginar que va a tener menos miga que una de James Bond. Y como en James Bond los malos son muy malos y muy tontos, por mucho que hayan desarrollado sistemas increíblemente complejos. Son muy estúpidos.
Los efectos especiales han mejorado pero tampoco tanto. Hay errores increíbles que ya sabemos que en estas películas no importan, pero que dicen mucho del poco valor no solo de la historia, sino de como cuenta la historia.
Y gran mérito de los actores que han evolucionado para convertirse en mimos. Tienen que actuar imaginándose bichos, personas y situaciones delante de un croma. Vamos, como en una prueba de acceso a una compañía de teatro.