He leído los comentarios mejor valorados y no salgo de mi asombro. Pero señores, ¿qué esperaban cuando entraron a ver El club de los incomprendidos? ¿Encontrarse con El Padrino? ¿Ciudadano Kane? ¿La Isla Mínima? Respeto mucho a la gente que no le haya gustado pero eso es una cosa y otra muy diferente es masacrar de la forma en la que se ha hecho a una película tremendamente honesta: promete ser una historia de amores adolescentes y búsqueda de identidades y da justamente eso. No he leído la novela así que no puedo opinar si está bien adaptada o no. Vi la película sabiendo, más o menos, lo que me podía encontrar y acabé muy satisfecho. Las actuaciones están bien (¿quizá Ivana Baquero es la más flojita?), la ambientación y la música me parecen más que correctas y las subtramas las considero más que justificadas considerando que es una película de jovenes para gente joven: la soledad, el amor, las inseguridades y los problemas que trae consigo ese amor... En fin, que a mí me convenció. Por agradarme hasta me agradó el tema principal del grupo Auryn. Hay algo que no es muy "comprensible" y es el hecho de que los marginados (los incomprendidos, según el título) sean los más guapos del instituto. En la vida real quienes estarían en manos de ese psicólogo interpretado por Raúl Arévalo no serían chicos y chicas de tan buen ver pero bueno, esto es cine y por ende negocio y en este caso se puede aceptar pulpo como animal de compañía. El club de los incomprendidos es todo lo que Física o Química podría haber llegado a ser... sino fuese Física o Química. Es decir, no tiene los desnudos innecesarios que contenía la popular serie de Antena 3, que por momentos se acercaba más a la época del destape que a la realidad de los adolescentes.

El club de los incomprendidos seguramente te gustará más o menos dependiendo de lo joven que seas y de lo joven que te sientas. El argumento no engaña. Las cifras en taquilla son aceptables. A mí me gusta esta propuesta colorista, similar en muchas cosas a "Las ventajas de ser un marginado". Supongo que seré un incomprendido más.