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Voto de José (FullPush):
7
Western Un grupo de jóvenes pistoleros se dedica a asaltar los bancos del estado de Wyoming y el tren-correo de la Union Pacific. El jefe de la banda es el carismático Butch Cassidy (Newman), y Sundance Kid (Redford) es su inseparable compañero. Un día, después de un atraco, el grupo se disuelve. Será entonces cuando Butch, Sundance y una joven maestra de Denver (Ross) formen un trío de románticos forajidos que, huyendo de la ley, llegan hasta Bolivia. (FILMAFFINITY) [+]
25 de noviembre de 2011
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eh, eh, ehhh, soooo, que ya te estoy viendo venir. Aclaro: la película, como el numerito que encabeza esta crítica indica, me ha gustado, me ha parecido, básicamente, bastante entrañable. Ahora bien, seamos serios, hay al menos dos cosas que están mal en su ficha, y son, primera, etiquetarla como Western, así, con mayúsculas... digamos que le pega más algo más modesto como "western" a secas. La otra, amiguetes, es que se os ha olvidado añadir "comedia", justo ahí, al ladico del otro género mencionado. Y es que a ver, no es que sea yo un ilustrado en esto del Lejano Oeste, de hecho llevaré unas cinco películas vistas, no tengo ni idea, pero hay que estar muy ciego, mucho, para no darse cuenta de que 'Dos hombres y un destino' no tiene absolutamente nada que ver ni con 'Sin perdón', ni con 'El hombre que mató a Liberty Valance', ni con 'Hasta que llegó su hora', ni siquiera con 'El tren de las 3:10' (sí, la de Bale y Crowe). No, en esta ocasión los tiros van por otro lado. Y me explico...

¿Por qué 'Dos hombres y un destino' es una comedia? Pues bien, al margen de la obvia ligereza con que se trata la trama -característica o fallo que explica la cantidad de críticas negativas y fervientes odios que despierta la cinta- digamos que hay ciertos detalles a tener en cuenta:

-Nada más empezar encontramos un cierto homenaje a otros tiempos y otras maneras de hacer cine, concretamente el cine mudo, con sus manierismos y tontadas propias del mismo (no me matéis). El tono cromático está manipulado a propósito, como envejecido, lo que le da un aire así tirando a respetable.

-Ocurre entonces que los amables intertítulos nos explican que "la banda de Butch Cassidy se fue a tomar viento y no queda ni uno pero que, lo que son las cosas, llegaron a dominar el Oeste", no sabemos cuándo. A continuación, ya en el presente, un cartel nos anuncia que los hechos que veremos ocurrieron "en su mayor parte" de verdad.

-El tono cromático sigue siendo el mismo. Y es usando éste que presenciamos la escena en que Robert Redford es amenazado y tiene que ser Paul Newman el que, llamándolo por su apodo (Kid), zanje el asunto. "Oh, perdona, perdona, no tenía ni idea de quién eras". Única escena propiamente seria de la cinta. Y sobrada del Redford.

-¿Qué ocurre entonces? Cambiamos el tono cromático y cambiamos el tono en el devenir de los acontecimientos. A tomar por culo la solemnidad y el aura de leyenda. Como el sheriff amigo de los protas masculla: "aquí podréis ser temidos pero en realidad no sois más que un par de incompetentes". O algo así. Lo cierto es que son unos patanes.

-No hará falta que enumere la cantidad de escenas que podemos encontrar a partir de ese cambio que digo a lo largo del metraje en que el componente cómico se hace más que evidente. Bastará, creo, con hacer referencia al final, con esa toma congelada, que de puro surrealista y esperpéntico (perdonen la palabra) te hace soltar una buena carcajada.

(...)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
José (FullPush)
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