Cuando una película trata sobre la vida de artistas siempre va a tener muchas posibilidades para entretener y si se trata de un grupo de negros que tocaban blues y rock and roll en la época dorada, pues mucho más... música, dinero, coches, mujeres, alcohol y drogas aparecen en este relato que tiene mucho que contar pero precisamente al final este es su problema, que no puede contarlo; aunque está bien ambientada y se deja ver con facilidad, al final me queda un vacio, no me parece que esté bien estructurada, algunos hechos pasan rápido, otros no aparecen, ni siquiera el contenido dramático transmite y ninguna de las actuaciones llega a parecer una estrella de la música negra, no llega su sentimiento; incluso la banda sonora falla no por calidad sino por repetición.
Aún así, aunque no seas fan de esta música, es aconsejable verla porque tiene un transfondo racista interesante.