Eficaz cinta de terror, con buenos apuntes humorísticos, aunque la base sea, felizmente, seria.
Todo ello bajo un evidente manto de ironía, donde no falta la denuncia, más bien aquí sátira, del mundo de la política, de la televisión, y de ciertos estamentos reconocibles de la sociedad del bienestar.
Ello choca de forma positiva, con el lugar donde se desarrollan los hechos, muy cerca de la gran ciudad, pero en un microcosmos donde la crueldad, maldad y locura imperan con su propia Ley.
Con algunas buenas escenas, como la trampa para animales y la relativa "sorpresa" del prólogo y epílogo, la cinta se mantiene fresca en todo momento, aunque se evidencia que podría haber llegado más lejos y ser mejor de lo que ya lo es.
No, tampoco es que sea una cinta excelente, pero sí que está hecha con gusto estético, buenas interpretaciones y un ritmo sostenido que hace entretenga de principio a fin.
La película ganó diversos premios internacionales, entre los que destaca el del mejor guión (James Moran), en el Fantasporto 2007, o el del Premio del Público en el Festival de cine de Philadelphia, en el 2007 también.

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