Inusual western, de esos que en estos tiempos se ruedan, lejos del clasicismo de la época dorada del cine del oeste, sobre todo décadas cuarenta y cincuenta.
En esta ocasión se nos muestra un oeste nada idílico, seco, duro, áspero, violento, pero también esperanzador tras la crueldad que muestra en un primer término.
Narrada de forma no lenta pero sí con tranquilidad, sin prisas, presentándonos a los diversos personajes, sobre todo los dos protagonistas masculinos, con su forma de ser y de sentir, con sus maneras, cada cual más diferente, y con sus metas, sueños, anhelos y sueños y objetivos a cumplir en la vida, bien por la vía rápida o en un futuro más o menos cercano.
Una primera parte donde se asienta la historia, nada espectacular, pero importante para el devenir de la historia, y una segunda, sobre todo el último tercio, donde la violencia hace acto de presencia, para poner a cada personaje en su sitio y ayudar a encontrar su destino.
Bonita música, aunque repetitiva, buena fotografía de exteriores y un guión donde el ser humano aparece en toda la extensión del término, con sus imperfecciones, su maldad, pero también con su dignidad, sentido de la amistad, del honor y del amor.
Buena película, alejada del camino tradicional en el cine del far west, pero sustancioso...si se tiene un poco de paciencia y se le acepta como es, claro.

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