Haz click aquí para copiar la URL
España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
10
Cine negro. Intriga. Thriller A casa de sus familiares, en el tranquilo pueblo de Santa Rosa, llega un día el encantador tío Charlie (Joseph Cotten), un seductor criminal que viaja de Filadelfia a California y al que la justicia va pisando los talones. Su sobrina Charlie, a pesar de que no sabe nada de sus actividades, no tardará en sospechar que su tío es el misterioso asesino de viudas al que la policía anda buscando. (FILMAFFINITY)
28 de noviembre de 2013
17 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muchas veces una película hay que saber apreciarla más por el conjunto de personajes de la historia que como buena película de entretenimiento. Que esta es una película excelente, lo sabemos cuando nos enteramos del cuidado que se puso en su producción, pero aún hay más. Hay más porque la historia va más allá de lo que se cuenta, la historia nos enseña un trasfondo muy complejo y profundo gracias a las secuencias cuando aparece Charlie Oakley.

Uno escribiría largo y tendido sobre la maldad de Charlie Oakley porque sería hablar sobre la maldad de las personas en general. Y sobre las apariencias; la maldad se esconde, no lo olvidemos. Hay personas que se las tiene como ejemplo en un determinado círculo, y ese círculo o conjunto de personas jamás sospecharían la verdad sencillamente porque la apariencia de esa persona hacia el círculo es auténtica; lo que no quita que también sea auténtica su maldad.

De ahí viene esas 3 ó 4 veces que se ve en la película durante unos segundos a unas parejas bailar al compás de la música. Quiero creer, o al menos es el significado que yo saco, que esas parejas bailando felices son el grupo, la sociedad bailando feliz y confiada mientras el mal se mueve entre ellos y sigue avanzando a su rollo independiente. No; pero Charlie Oakley no es ningún individuo que se jacte de ser un tío apreciado en un grupo, que presuma y se sienta importante, que haga comunicados y le guste que le hagan fotos, ese tipo de persona son chusma barata, Charlie Oakley es un individualista ajeno a todos, como se debe ser, está muy por encima porque en realidad odia a todo el mundo, desprecia a todo el mundo, pero sabe muy bien moverse entre la comunidad llegado el caso, mejor que nadie. Así es que la película empieza enseñando barrios donde los niños juegan alegres y los pueblos lo forman vecinos confiados donde lo más terrible que puede ocurrir es que el guardia te regañe si cruzas a destiempo la calzada o llegues tarde a la biblioteca. El mundo vive feliz bailando al compás.

Entonces conocemos a Charlie Oakley. Charlie descansa sobre la cama. Ni se inmuta cuando sabe que andan buscándole, no se altera lo más mínimo. Charlie no duerme, Charlie descansa sin quitarse el traje siquiera. Charlie tiene el dinero por encima de la mesilla sin guardar, tirado por el suelo, porque para Charlie el dinero es mierda pura, no vale nada absolutamente, está para utilizarlo, igual que las personas. Charlie no mira a la mujer que entra en su cuarto a avisarle porque para él, esa mujer es un bicho, una cucaracha que no merece ni un segundo de su atención. Encima Charlie Oakley es Joseph Cotten, un actor por el que uno tiene que sentir especial predilección, uno de esos tipos con un semblante que irradia confianza. Y es con actores como estos con los que mejor se llega a comprender la dualidad del ser. Esa dualidad puede apreciarse también en el inmenso personaje de Harry Lime ya que se da la misma característica, son personajes similares, grandes, con una dualidad inmensa, que además fueron interpretados por actores muy a propósito.

Charlie Oakley, por fin su lado sincero, es amable y simpático con su sobrina porque la quiere, puede querer y puede amar a personas muy sensibles sobre todo por su inocencia, ya que éstas no saben cómo es el mundo en realidad, no pueden saberlo porque están rodeadas de buenas personas, porque viven en una familia de gente de bien, con hermanos aplicados y padres ejemplares. Entonces se ve que Charlie Oakley en este mundo también es feliz, y se siente dichoso y generoso (el humo negro lo suelta él cuando llega a la estación, ese humo es el mal, es su tarjeta negra de presentación, el presagio que le precede, no es el humo de la locomotora. Ahora bien, el humo y su cojera fingida, se disipan al ver a su familia), entonces regala dinero, joyas, juguetes…, porque en realidad no quiere nada para él, sólo quiere sentirse querido... Y vemos que ése, es un sentimiento muy común y apreciado hasta por el mal.

También es muy común sentirse como Charlie la sobrina. Cuando hemos sido niños hemos visto en alguien de nuestra familia, o persona cercana, a un ser a quien admirar con fuerza, alguien por el que hemos sentido predilección, alguien que nos llamó la atención. Siempre ocurre así. Un modelo de persona que intuimos que jamás lograremos llegar a ser cómo él. Y nos hace felices. Luego, por desgracia, van surgiendo las sombras, la vida te va mostrando la verdad y ese familiar ya es viejo e inválido y no sirve para nada. Entonces ya hemos visto como las ilusiones se han derrumbado y que todo es una mierda, por eso siempre hay alguien que odia a la humanidad y odia todo este entramado de falsas apariencias y gente ruin, o inútil o como quieras. El caso es que hay que llegar a esta dualidad final que nos presenta La sombra de una duda. También podemos optar por seguir siendo un poco niños, seguir siendo como Charlie la sobrina, que ella mismo lo dice, y confiar en que no todo el mundo es igual. También se puede vivir así, se supone.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
floïd blue
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow