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Voto de Juanjo Iglesias:
9
8,1
6.314
Documental El Hombre con la Cámara, muy en la línea de "Berlín, sinfonía de una gran ciudad" (Berlin: Die Sinfonie der Großstadt, 1927) describe el trascurso de un día en una ciudad rusa mediante cientos de pinceladas fílmicas sobre la vida cotidiana. Podría decirse que se trata de un retrato puntillista en el que sólo la totalidad de los breves retazos permiten percibir la ciudad en su totalidad. Con la complicidad de su hermano, el operador ... [+]
14 de abril de 2010
14 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta cinta es puro virtuosismo, es como el cerebro de Kasparov en plena partida, como el pensamiento de un médico en el paritorio, o como el rostro de Euclídes al culminar su libro "Los elementos".

Un documental que nos regala una visión general de San Petersburgo, a base de pinceladas, como si de Dalí se tratase, que nos va mostrando la vida en la ciudad. Es un sinfín de escenas cotidianas, con un ritmo endiablado y de una maestría que la convierte en una de esas películas imborrables.

La idea de Vertov era realizar un análisis marxista de las relaciones sociales, mediante el montaje.

Comencé a verla con cierta predisposición negativa, con curiosidad pero pensando en aquello de "que acabe pronto". Pues sí, acaba pronto, desde el primer minuto te engancha de tal manera que se hace extremadamente vivaz, divertida y corta.

El interés radica en tres puntos:

1.- El propio interés de las imágenes, que nos ofrecen con detalle esa visión constructivista y futurista que tenía Vertov, esa cámara se convierte en nuestro propio ojo, un ojo que a modo de intuición e inspiración, nos va mostrando la realidad. Sería, metafóricamente, como si ese proceso mental necesario para entender el mundo que nos rodea, del que habla el constructivismo, nos lo aportara la cámara y nosotros disfrutaramos de la visión de ese mundo ya interpretado. Es interesante como Vertov, nos muestra constantemente escenas en las que aparece su operador de cámara grabando la realidad a su alrededor, con la idea de reafirmar la propia idea de realidad, de documental, y no ficción. Su objetivo era mostrar "la verdad" cinematográfica.

2.- Esa idea de constructivismo y futurismo le debe mucho al montaje, parte fundamental para Vertov, es en mi opinión un trabajo de montaje que como tal, resulta casi insuperable. A base de cortos retazos, como digo, nos hace ese análisis global pero extensamente detallado de todas las actividades de la ciudad. Es vertiginoso y voraz, lo que nos lleva a la tercera parte que es la música.

3.- Con sublimes partituras clásicas en manos de Pierre Henry, Nigel Humberstone, Konstantin Listov y Michael Nyman en la versión restaurada, nos ofrece esa fascinante sensación de rapidez, vertigo y audacia, que en simbiosis absoluta con el montaje hace un global que le proporciona un uso del ritmo exquisito. En la versión original la música era de la Cinematic Orchestra.

Para englobar un poco la obra, decir que Vertov hizo cine de vanguardia con nacionalidad soviética entre 1918 y 1934, casi todas sus obras tienen un cariz experimental, que nació en Polonia y que esta película esta muy en línea con otras de la época como "Berlín, Sinfonía de una gran ciudad, de Walter Ruttmann.

Como cine, es una auténtica obra maestra. El tema político para los políticos, yo sólo soy un cinéfilo.
Juanjo Iglesias
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