1948! Del gran director Alfred Hitchcock. Una maravilla. Estudio teatral en un cuarto cerrado acerca del crimen perfecto. Los "superiores" deben deshacerse de los "inferiores". Y visto así la cosa ya deja de ser un crimen. Película bajo el impacto del Holocausto Nazi en la IIGM.

Un buen y conciso guion le basta a éste ya inmortal director inglés para discurrir sobre el absurdo humano. O mejor dicho: la estupidez. Y como la sociedad debe resguardarse de estos agresores de la convivencia sana. Todo ello en una atmosfera aristocrática de una cortesía como impostura que resalta aún más la podredumbre de los más virtuosos.

No hay crimen perfecto sino un atentado al bien común y éste debe ser castigado sin miramiento o titubeos. Sólo la razón ayuda a salvar a una humanidad bajo impulsos homicidas.