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Chile Chile · Santiago
Voto de KRIVO:
10
Aventuras. Drama "Papillon", un hombre condenado por asesinato, es enviado a un penal de la Guayana francesa. Durante el viaje en barco, conoce a Luis Dega, falsificador de Bonos de la Defensa Nacional, un hombre débil, al que "Papillon" ofrece protección a cambio del dinero que necesita para huir de la cárcel. (FILMAFFINITY)
29 de octubre de 2022
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Un clásico entrañable del género. Soberbias interpretaciones de Steve Mc Queen y Dustin Hoffman, llenan la pantalla y están totalmente compenetrados en sus roles. Ambos son en gran parte responsables del nivel memorable que alcanza la película, en varios momentos. Asimismo, destacamos una sólida dirección, la maravillosa banda sonora y esa fotografía espléndida. Historia muy entretenida y bien narrada, diálogos concisos y plenos de sentido, llena de episodios diversos, aventuras, paisajes tropicales, emociones, momentos de suspenso y, por supuesto, la infaltable violencia carcelaria y descarnadas escenas.
Es un relato sobre el sueño de la libertad, el valor de la amistad, el compañerismo, la lealtad, pero también sobre el envilecimiento y la sordidez. Una mirada sobre la condición humana.

Todo en el contexto de las indignas condiciones de las cárceles en la Guayana francesa, creadas por Napoleón III a mediados del siglo XIX y considerada -en su conjunto- tal vez, como el peor presidio del mundo, guillotina incluida. El infierno en la tierra como fue llamada, especialmente la pequeña Isla del Diablo. Prisiones diseñadas no para rehabilitar ni recuperar presos, sino para quebrarlos y reducirlos a su más mínima expresión de seres vivientes.

Ya desde el comienzo de la película tenemos una clara señal, con esas magníficas imágenes, recreación de época y escenarios con los presos caminando por las calles en dirección al barco que los llevará al penal colonial y celosamente custodiados, fusil en mano. Como una representación testimonial de la escoria de la sociedad ante la mirada temerosa de los curiosos. El mismo viaje inicial en el barco penitenciario, filmado con maestría y con notables escenas, anticipa las durísimas condiciones de la vida carcelaria que se avecina, incluyendo la feroz lucha por la sobrevivencia.

"Papillón", como gran película del género, exhibe esa realidad presidiaria que, tal como se nos muestra, es bastante más bestial de lo que se ve en cualquiera de las destacadas películas sobre la célebre Alcatraz o la prisión de Shawshank (de "Cadena Perpetua"). Es cosa de comparar los comedores, la vida al interior de los patios o los dormitorios (en el presidio colonial francés, los reclusos duermen hasta engrillados, uno al lado del otro). O los campos de trabajos forzados o el confinamiento por mala conducta, si es que dura unas cuantas semanas en aquellos presidios estadounidenses, y si bien siempre es un castigo durísimo, no tiene comparación con los 6 meses silenciosos, y a oscuras, en una celda con barrotes en el techo, en la Reclusión del penal colonial francés. En ese lúgubre espacio, Papillón soporta un brutal encierro, con raciones alimenticias de hambre, sufre alucinaciones y hasta come cucarachas. De ahí sale convertido en una piltrafa humana, más cerca de la muerte que de la vida. Otros presos, simplemente no sobreviven en dicho lugar y son alimento para tiburones.

Metafóricamente, nuestro personaje es un equivalente de las mariposas, como la que lleva tatuada en su pecho. En busca de la libertad recorre un largo camino de transformaciones, diríamos de adaptaciones, a las implacables exigencias del medio. Hasta con una comunidad de leprosos debe tratar para concretar sus planes de fuga.
Y -usando un término psicosocial y educativo actual- es también una forma de resiliencia, en aras de alcanzar su gran meta.

En resumen, inolvidable película, con un final conmovedor. El carismático Mc Queen logra tal vez, la mejor actuación de su carrera y el histrión talentoso de Hoffman, en otra de sus celebradas creaciones.
Para ver y volver a ver.

Pero un alcance para la reflexión: No es fácil asimilar que Francia, cuna de los Derechos del Hombre y el Ciudadano (antecedente de los actuales Derechos Humanos universales) haya organizado e institucionalizado sistemas carcelarios tan crueles y vejatorios de la dignidad humana. Prácticamente un contrasentido cultural.

Epílogo: Cuando jóvenes, todos somos Papillón, de alguna manera. A medida que envejecemos, empezamos a ser Degas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
KRIVO
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