Seguro que sí, seguro que tienen mucha razón los críticos profesionales y los usuarios al desarrollar sus puntos de vista, pero algunos amantes del cine, entre los que me incluyo, no deseamos sino que nos cuenten una historia y que, redoble de tambores, nos la cuenten bien. A mí, particularmente, me importa poco la temática, a priori. Lo que me importa es cómo me la sirven. No hay múltiples temáticas interesantes, ni en el cine ni en la literatura: en realidad, solo hay unas cuantas, y podrían contarse con los dedos de una mano. Pero existen genios, en el cine y en la literatura, que tienen la habilidad de adornar o enmascarar esas reutilizadas (hasta la saciedad) temáticas y presentárnoslas tan atractivas que parecen novedosas.
En esta película, me aburro. No es atractiva. Cuando comienza, no siento nada, no siento deseos de continuar viéndola, no me siento hechizado. ¿Una buena fotografía desmerece una historia realista? Error. ¿Debemos presentar de forma rutinaria y cruda a unos personajes para que se muestren más cercanos? Error. ¿En la versión doblada tenemos que escuchar a una mujer de más de 40 años haciéndose pasar por una niña de 7? ERROR.