Un filme de terror muy bien logrado desde lo estético, pero lamentablemente no es acompañado desde el texto narrativo de la manera más potable.
La película es una cinta de terror sobrenatural que bebe bastante de fuentes como “The exorcist” o la misma “The omen” en algunos rasgos.
La historia nos presenta a un espíritu que ha quedado en un universo medio entre la Tierra y el más allá, un demonio que se obsesiona con reencarnarse y volver a nacer en un cuerpo humano.
De esta manera surge una cinta de horror con temática netamente paranormal sobre posesiones y exorcismos, pero sin alejarse del thriller psicológico donde aparecen oníricas pesadillas y alucinaciones que fustigan la mente del personaje principal.
Una cinta que tiene un pulido aspecto visual gracias a momentos verdaderamente impactantes que derivan de conseguidos efectos especiales, explota la presencia anatómica y escultural de la bella protagonista Odette Yustman, recicla en forma aceptable muchos tópicos del horror mil veces vistos, impacta y sobresalta con algunas secuencias sorpresivas que meten algo de miedo, introduce muchos golpes de orquestas y sustillos fáciles que a veces causan inquietud… pero el filme falla en momentos claves donde tiene que dar fundamentos a tanto despliegue visual, allí se torna irrisorio con algunas salidas que sacuden la lógica y que delatan la flagrante improvisación con que en algunos pasajes fue concebido el guión.
Lo dicho, es una pena que se eche por tierra todo el aspecto estético que hace que la cinta sea atractiva desde lo decorativo. Nuevamente estamos en presencia de un filme desaprovechado por no contar con un guionista que sepa enmarcar tanta parafernalia visual en un contexto más sólido desde lo narrativo. Y ese error se paga caro.
En fin, muy atractiva desde su presentación y su fachada, pero bastante endeble desde su argumentación y desde el aplomo literario que sustenta la trama.