Andrezej Bartkowiak bien puede ser un genio en el mundo de la fotografía, un neófito torpe en la materia como un servidor no lo va a poner en duda. De la misma forma, Jet Li bien merecerá su fama como uno de los mejores luchadores de kung-fu, probablemente los amantes del género disfrutarán mucho de sus cabriolas y coreografías.

Sin embargo, creo que esta cinta está solamente destinada al público que ame este tipo de formato, porque cualquier otra persona que se acerque a esta obra cinematográfica se va a quedar perpleja ante un verdadero despropósito, donde las actuaciones, lucen mucho más en los momentos de acción que en el más mínimo diálogo.

Desde luego, sería propio del gafapastismo más impenitente pretender encontrar una profundidad argumental en una peli de acción y patadas, pero es que aquí se comete la osadía de querer hacer una adaptación al género de una de las piezas más románticas de William Shakespeare.

El resultado es cuanto menos, curioso... y horroroso, diremos algunos. A lo mejor no deberíamos haberla vista, pero bueno, a los aficionados a Jet Li seguro que les entretiene. No versados como un servidor, deberíamos abstenernos.