Película redonda, excepcionalmente filmada y extraordinariamente interpretada (destaco a López, Baquero y Verdú), creo que es la primera película fantástica que me satisface plenamente, la realidad y la fantasía conviven con credibilidad, el argumento es inteligible, y el contraste de mundos esta magistralmente resuelto.

Se trata de una película incomparable, y que requiere la apertura de miras del espectador, ya que puede que muchos hooligans del fantástico se cortocircuiten cuando vean un episodio real de la guerra civil (los maquis) metido en una película fantástica, que utiliza los efectos para narrar lo importante, la historia. Principal aspecto que lo diferencia de un film de género fantástico al uso que recopila una serie innumerable de efectos, que lo único que hacen es narcotizarte para ni tan siquiera preguntarte por su relación con un hilo argumental.

Realmente esta película me ha recordado a alguna novela gótica del siglo XIX donde una inocente heroína vive en una realidad horrenda (aquí la figura del padastro es arquetípica), en un lugar siniestro, aislado y con vestigios del pasado, donde un mundo fantástico de aparencia horrenda se acaba convirtiendo en la vía de escape a la felicidad. Seguro que escritores como Lewis o Radcliffe, o el mismo Lovecraf hubieran disfrutado de la película.

Por poner un pequeño pero, quizas en algún momento se explicita en demasía alguna escena de violencia que pudiera resultar un pelín gratuita. En cualquier caso no es óbice para que tanto mi crítica como mi puntuación demanden mi mas absoluta recomendación para ir a verla.