Basada en la novela de John Boyne y ambientada en la Segunda Guerra Mundial, narra la historia de Bruno, un niño alemán que entraña amistad con Shmuel, un niño de raíces judías recluido en un campo de concentración. El horror del holocausto es visto a través de la perspectiva inocente de un niño de 8 años, que ignora y que no comprende lo que esta pasando a su alrededor. Las escenas de la imposición de ideologías nazis a los dos niños, Bruno y Gretel, son impresionantes. Mark Herman realiza esta conmovedora adaptación, en la que los momentos más emotivos son reforzados con la espléndida música de James Horner.

Las comparaciones son odiosas y compararla con ‘La vita è bella’ es un insulto al cine, por la sencilla razón de que el mensaje de ésta es mucho más positivo y esperanzador, en cuanto al mensaje de ‘The Boy in the Striped Pajamas’ es aterrador, desconsolado y muy triste. A parte de que le falta el humor magistral que aplicó Roberto Benigni a una obra maestra inolvidable.

Lo mejor: las escenas de los dos niños juntos.

Lo peor: que se la compare con ‘La vita è bella’.