Magnífico espectáculo, muy entretenido y visualmente bello dirigido por el cineasta de origen taiwanés Ang Lee. Una hermosa historia que combina artes marciales, romances y aventuras, con secuencias de pelea perfectamente coreografiadas y musicalmente acompañadas y con una sensibilidad narrativa extraordinaria. En Tigre y dragón existe un afilado y punzante MacGuffin, se trata de la espada de Li Mu Bai (interpretado por Chow Yun-Fat) «el elemento que desencadena el conflicto, según Alfred Hitchcock», que sirve para iniciar este relato de amor, honor, fantasía y para que los personajes avancen en la trama, adquiriendo mayor importancia y haciendo que el susodicho elemento resulte irrelevante.

Mejor película extranjera, mejor fotografía de Peter Pau «que destaca por su excelente capturación de la intensidad cromática de la vegetación», mejor dirección de producción de Timmy Yip y mejor banda sonora para la preciosa partitura de Tan Dun, quien compone una música que refleja a la perfección la cultura y la tradición china, además consigue transmitir una sensación de eterna calma. Para las secuencias de lucha, predominan las aceleradas y rítmicas percusiones, integradas en la coreografía a modo de danza, en la que las notas se sincronizan con precisión con los movimientos y golpes de los personajes, logrando desdramatizar las peleas y contribuyendo a hacerlas más bucólicas.

4 premios Oscars para una estupenda delicia visual y sonora, una película sumamente entretenida con secuencias inolvidables como esa lucha en el bosque de bambú.