Después de casi 30 años sin ver nuevamente esta película, tuve la ocasión este fin de semana de ver lo que recordaba como una de las mejores películas fántasticas realizadas en la historia del cine. Pués bien reafirmo lo que pensaba: El ladrón de Bagdad es sencillamente mágica, entetenida, sumamente colorida y muy , pero muy ingenua; con esa ingenuidad propia de la época en la cual se realizó, y aunque cueste creerlo, necesaria en un mundo convulsionado y pervertido como lo es el nuestro actualmente. Honestamente me hizo revivir esa niñez inocente y sin prejuicios, volví a presenciar e imaginar ese mundo de las Mil y una Noches y a deleitarme con los diálogos y las situaciones experimentadas por un ladronzuelo y un rey venido a menos, la aparición de un genio nada amigable y el sacrificio de un ancianito bondadoso y gentíl...