Comedia ligera, superficial y que recorre caminos ya vistos muchas veces en otras comedias. No esperen reirse demasiado ni le busquen más profundidad que a un menú de McDonals, deben enfrentarse a ella como lo que es, un producto de consumo rápido, y de rápido olvido, ideal para ver en un trayecto de avión (no pasa nada si el niño de al lado no te deja atender a la película, puede verla sin cascos) y para escuchar de fondo mientras tienes una conversación con otra persona sobre la existencia del bosón de Higgs.

La historia gira en torno a una joven pizpireta (personaje interpretado por Kristen Bell) que vuelve a casa de sus padres para asistir a la boda de su hermano después de 4 meses trabajando fuera. Lo que tendría que ser un feliz encuentro familiar se transforma en una pesadilla cuando descubre que su hermano se va a casar con su archienemiga (personaje interpretado por Odette Yustman) y ex-compañera de instituto.

A partir de aquí la película gira en torno a la planificación de una venganza (ríanse ustedes de la de Edmundo Dantés en el Conde de Montecristo) contra la ex-compañera de instituto que practicó "bulling" a diestro y siniestro con todas las compañeras que no eran "guay".

Risas pocas, quizás se pueda salvar cierta gracia natural de la protagonista y algún enfrentamiento entre las dos rivales. Que ya están muy vistos, sí. Que redunda en tópicos machistas, sí.

Lo mejor de todo es saber que Rose de Las Chicas de Oro, papel interpretado por Betty White, está viva y sigue acutando. Es la única mujer que dice algo coherente en esta amalgama de tópicos sobre enfrentamientos femeninos.