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Voto de Antonio Elx:
9
7,3
31.302
Drama. Cine negro
Verano de 1949. Ed Crane (Billy Bob Thornton), un introvertido barbero de un pueblecito del norte de California, se siente insatisfecho de su rutinaria vida. Las infidelidades de su mujer (Frances McDormand) le brindan la oportunidad de ejercer un chantaje que podría ayudarle a cambiar su apática existencia. (FILMAFFINITY)
19 de diciembre de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cine inusual es igual a maestría. Y eso es lo que desborda esta película.
Uno se da cuenta enseguida de que está enfrente de otro ejercicio intachable de estilo y personalidad de los Coen. El film sigue la línea que ofrecen Joel y Ethan en su cine; coger los moldes clásicos de cualquier género, para luego destrozarlos y convertirlos en (casi) un nuevo género, el género “coeniano”. Esta obra y su desarrollo (su guión) me recuerdan (ya dicho por críticos profesionales; DIRIGIDO/Octubre 2008) al genial libro de Albert Camus “L’étranger”, en el que un hombre ve pasar la vida y los acontecimientos que le suceden sin un ápice de interés, sin sentimiento, sin lágrimas, sin risas. Todo son cavilaciones interiores, todo son reflexiones para sí mismo, parece un hombre que ni siente ni padece, cómo si no tuviera corazón. Libro que, por cierto, recomiendo a todo el mundo leer antes de morir, y aún más si cabe, en el caso de que se pueda hacer en francés.
Uno se da cuenta enseguida de que está enfrente de otro ejercicio intachable de estilo y personalidad de los Coen. El film sigue la línea que ofrecen Joel y Ethan en su cine; coger los moldes clásicos de cualquier género, para luego destrozarlos y convertirlos en (casi) un nuevo género, el género “coeniano”. Esta obra y su desarrollo (su guión) me recuerdan (ya dicho por críticos profesionales; DIRIGIDO/Octubre 2008) al genial libro de Albert Camus “L’étranger”, en el que un hombre ve pasar la vida y los acontecimientos que le suceden sin un ápice de interés, sin sentimiento, sin lágrimas, sin risas. Todo son cavilaciones interiores, todo son reflexiones para sí mismo, parece un hombre que ni siente ni padece, cómo si no tuviera corazón. Libro que, por cierto, recomiendo a todo el mundo leer antes de morir, y aún más si cabe, en el caso de que se pueda hacer en francés.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El personaje de “L’étranger”, Meursault, recuerda de una forma inevitable y más que evidente a Ed Crane. El barbero. Un hombre sencillo, poco hablador, siempre con un pitillo entre sus finos dedos, a veces se asemeja más a un muerto o a una sombra. Incluso parece, efectivamente, que nunca ha estado ahí. Engañado por su mujer con un “amigo” suyo, no lo duda dos veces cuando tiene oportunidad de vengarse. Le chantajea cómo una persona anónima y le pide que entregue 10.000 $ para no revelar su aventurilla con la esposa del barbero. A partir de aquí sucederán muchas cosas que no tenía previstas y sobre las que deberá ir decidiendo constantemente.
Dentro del cine negro moderno (que escasea) no tenemos a esa figura de la “femme fatale” tan definida cómo en la época dorada del género. Pero aquí, ni falta que hace, tenemos a Ed Crane, cómo a un “homme fatal” que consigue desdichar a todo aquel que tiene cerca. Sus decisiones, en la mayoría de las veces, siempre son erróneas y sólo logran perjudicarlo más.
Dentro de toda la intriga de la película y la delicada situación de los personajes, tenemos momentos de humor muy divertido y el desarrollo del tema de los ovnis durante todo el largometraje. Destacaría una escena asombrosa y que me dejó perplejo al visionarla: es la escena en la que el protagonista regresa a casa tras haber cometido el asesinato y retoma el diálogo con el espectador justo por donde lo dejó mientras explicaba cómo conoció a su mujer. Me quito el sombrero ante tal originalidad.
Englobando, a los Coen les sale una de las mejores películas de la década del 2.000. Una muy buena película que fue olvidada en los Oscars del 2.001 y que, a mi juicio, el tiempo irá reivindicando poco a poco.
Dentro del cine negro moderno (que escasea) no tenemos a esa figura de la “femme fatale” tan definida cómo en la época dorada del género. Pero aquí, ni falta que hace, tenemos a Ed Crane, cómo a un “homme fatal” que consigue desdichar a todo aquel que tiene cerca. Sus decisiones, en la mayoría de las veces, siempre son erróneas y sólo logran perjudicarlo más.
Dentro de toda la intriga de la película y la delicada situación de los personajes, tenemos momentos de humor muy divertido y el desarrollo del tema de los ovnis durante todo el largometraje. Destacaría una escena asombrosa y que me dejó perplejo al visionarla: es la escena en la que el protagonista regresa a casa tras haber cometido el asesinato y retoma el diálogo con el espectador justo por donde lo dejó mientras explicaba cómo conoció a su mujer. Me quito el sombrero ante tal originalidad.
Englobando, a los Coen les sale una de las mejores películas de la década del 2.000. Una muy buena película que fue olvidada en los Oscars del 2.001 y que, a mi juicio, el tiempo irá reivindicando poco a poco.