Bonita película en blanco y negro que trata con absoluta dulzura e inocencia el conflicto de Irlanda del Norte pero no convence. Vaya por delante que todo el guión pasa por la mente de un niño y su manera especial de ver y comprender la vida, de espiar secretos que no le pueden ser revelados, de experimentar con sentimientos todavía desconocidos, de hacer travesuras. En definitiva, de ser un niño. Pero le falta algo. Le falta peso o le sobra ligereza en algunas escenas.
Me viene a la mente la película de "JoJo Rabbit" cuyo narrador es también un niño y en la que también se habla de conflictos ajenos a la infancia y sin embargo, aquella si que me la creí y me hizo gracia y me enterneció.