Sigo sin entender a la crítica de este país. Resulta que la más que estimable, realmente notable (capaz de crear un tupido y creíble tejido sentimental) ópera prima de Sánchez Arévalo "Azul oscuro casi negro" fue una película que aún valorada, fue tan ninguneada como obstaculizada en una buena consideración, achacándola defectos clicheados de principiante, y resulta que ahora con esta "Primos", su tercera película, a la crítica se le ilumina más o menos la bombilla y hablan de ella como una fresca, original y benditamente excéntrica comedia (¿?). Francamente no lo entiendo. A "Primos" no le cojo el punto en ningún momento, es absolutamente previsible, minimamente original, inadecuadamente verborreica. Una mediocre comedia sentimental, que aunque sí destila sana sensibilidad a la par que un aire de fluida juerga, no alcanza a hacerme ni sonreír ni reír ni llorar con convicción en momento alguno.
Lo mejor es Clara Lago, tanto su personaje como la interpretación, en un todo extraño, bastante ajeno a mí aún debiendo haber sido cercano. Demasiados boquetes, una decepción, claro que sí la crítica la ha bendecido pues que Sánchez Arévalo siga este camino. Yo solo debo ser un auténtico e ingenuo primo.