Magnífico western de Sturges ("Los siete magníficos") lleno de tensión dramática, eficacia y que tiene a la venganza como motor (como infinitas veces), alcanza momentos memorables. El hijo de un cacique (Quinn) mata y viola a la mujer india del sheriff (Douglas) de un pueblo cercano. Ambos son muy amigos pero la ley y la venganza han de superponerse a estas circunstancias. Sturges imprime en todo momento el ritmo y tono necesario, dominando el "tempo" con gran firmeza y ofreciendo una palpable sensación claustrofóbica. Entre la multitud de obras maestras del género, esta película es suficientemente sólida y recomendable para no desmerecer.