Doraemon, el gato cósmico (Serie de TV)

Al principio fue entretenida pero poco a poco iba haciéndose jodidamente pesada, empezaba a perder el interés y a desagradarme mucho la serie y a ver más los dibujos de la 2 que eran mejores, la verdad es que ya me estoy hartando de ella y de que sigan haciendo más temporadas de este plomazo, ¿es que no pueden finalizarla para siempre o van a seguir tocándome los huevos?

Pero solo de la infancia, cuando eres pequeño puedes pensar que es la mejor serie del mundo, pero sinceramente no creo que esa opinión perdure mucho. Por si fuera poco, es una de las series más cansinas y repetitivas del mundo, como Sailor Moon o Pokémon y su ansia de estirarlo como si de un chicle se tratara.

La historia es simple y todos la conocemos: un gato sin orejas y azul llega a la casa de un niño triste y marginado y, con el pretexto de convertirle en un hombre hecho y derecho, le da todo lo que pide y un poco más.

Hasta ahí todo muy claro y sencillo, pero demasiado absurdo. Si ves un par de capítulos dices: “Claro, el niño la ha liado y le ha salido mal” o cuando lo hacía bien al contrario. Pero llega un momento en el que se hace tan monótona porque al parecer ninguno aprende.

Doraemon solo piensa en comer y no hacer nada, aunque su misión sea ayudar a que Nobita sea un chico estudioso y bueno, pero siempre acaba accediendo a los chantajes de Nobita o cayendo en su trampa.

Nobita es un llorica inconformista que solo piensa en su bienestar y llevar el camino fácil. En algunos capítulos parece que va a cambiar, pero no, sigue igual.

Gigante es el ejemplo de que el duro intimida a los demás y solo se le puede ganar con ayuda de un aparato que nunca existirá.

Tsuneo, el típico niño rico que tiene todo lo que quiere y solo sabe presumir. Compra la protección de su “amigo” Gigante dándole, a disgusto, toda clase de juguetes.

Shizuka es el prototipo de mujer objeto, la tienen ahí de adorno, para que quede bonita la escena. Aunque la niña es extremadamente pulcra, raya en lo enfermizo que en casi todos los capítulos salga bañándose y los demás la estén espiando.

Si por lo menos el niño no saliese bien parado en la mayor parte de las situaciones, podría llevar a los niños a pensar que es un mal ejemplo, pero es que encima Nobita acaba casi siempre bien.

Ante todo, yo la he visto y también ha sido una serie de mi infancia, pero hasta ahí, no hace falta seguir, el gato cósmico ahora está encerrado en el baúl de mi niñez del que espero que no salga, porque no le voy a decir a nadie que no la vea, solo que no genera un ejemplo productivo para los niños.

Para empezar, si le he puesto un 9 es porque es una de esas series entrañabales y entretenidas, incluso a veces cómicas, que te marcan la infancia. Empezaré hablando de las cosas malas para que luego las buenas parezcan mejores: siempre se repite el mismo esquema: a Nobita le pasa algo malo (los abusones le pegan, suspende o el maestro le regaña); Doraemon le da un aparato para ayudarle, Nobita hace con él lo que no debe y por eso, al final se vuelve en su contra, además el rol de los personajes no es nada original: está el niño torpe, el abusón, el pijo que se pavonea y la niña cursi con voz de pito de la que todos están enamorados. Puede parecer poco educativa por lo mal estudiante que es Nobita y lo abusones que son Gigante y Suneo, que siempre se meten con el más débil, pero seamos sinceros, ¿quién no se aburre estudiando alguna vez?, ¿quién no se siente identificado con Nobita en algún momento?, ¿quién no prefiere dormir o leer cómics antes que estudiar?, yo lo prefiero ¡y eso que no leo cómics!. En fin, creo que Nobita representa esa debilidad humana que es la pereza, y nuestro derecho a no ser perfectos, porque nadie lo es, todo lo contrario a lo que representa Shizuka, que es tan buena en todo que resulta poco creíble y repelente. Otra cosa mala es que resulta inverosímil que los inventos de Doraemon sean del siglo XXII puesto que son mágicos, pero a todos nos gustaría tener un compañero fiel que sacase de su bolsillo la solución a nuestros problemas, es decir, es un personaje que nos hace soñar. Esa es una cosa buena, y la otra cosa buena es que, como en casi todo anime, hay moralejas, por ejemplo, Nobita siempre es castigado por vengarse usando los aparatos de Doraemon y siempre saca ceros y es castigado y regañado por no estudiar, y en algunos capítulos Doraemon se dirige directamente a los niños para decirles cosas como "si tenéis caries, id al dentista". En resumen, a pesar de ser un poco predecible, los inventos del gato cósmico son muy originales, y eso hace que las aventuras que se derivan de ellos sean entretenidas, así que esta serie consigue hacernos pasar un buen rato con un personaje entrañable como eje central de la historia, y con los valores morales propias de casi todo anime.

Maravillosa serie de anime que ha triunfado no sólo en Japón, si no en todo el mundo, que no es poco, de hecho yo la veia cuando erá pequeño y me gustaba un montón, pues la ídea de poner a un gatazo cósmico y a un chaval como protagonistas fue un idea muy brillante en su momento. Además por si fuera este estupendo anime ha tenido de todo, mangas, cds de música, videojuegos (en especial los tres de mi querida Super Famicom/Nintendo, de plataformas muy guays, pero qué me los perdí) pósters, etc. lo que da una idea del enorme éxito de este extraordinario anime juvenil de aventuras, que como ya sabemos a estas alturas tiene un montón de capítulos.

No es de extrañar que haya una gran cantidad de chavales jovenes que adoren esta serie, pues es de las mejores que se han hecho en el país del sol naciente, y eso que se creo en el año 1970, lo que pasa es que al principio erá un manga, y un tiempo después hicierón la genial serie de tv, que siempre nos gustó y siempre nos gustará.

Es una serie repetitiva pero parece que es eso lo que le gusta al público, pues, en algo se parece a los Simpsons. Cada capítulo de esta a la que estoy haciendo una crítica, sucede lo mismo pero en los Simpsons se repite los capítulos cada 2·3. Y nos encanta.... Está muy bien pero lo que es a los niños, solo les enseñan que con un invento se solucionan tus problemas. Como en Shin Chan, las películas son de lo mejorcito. Los personajes son fantásticos y no sobra ninguno.