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Doraemon, el gato cósmico (Serie de TV)

Doraemon, el gato cósmico (Serie de TV)
1979 Japón
Animación
6,0
33.442
Serie de TV. Animación. Ciencia ficción. Fantástico. Infantil. Comedia Serie de TV (1979-2005). 1787 episodios. Doraemon, un gato azul sin orejas, viene desde el siglo XXII, y en realidad es un gato-robot. Tiene un bolsillo mágico del que puede sacar los más sorprendentes artilugios. Aunque a veces sale mal parado por las travesuras de Nobita, su magia no tiene igual. Pero no está sólo, ya que le acompañan sus amigos. Juntos forman una divertida pandilla. (FILMAFFINITY)
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Críticas 38
Críticas ordenadas por utilidad
26 de agosto de 2008
18 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta serie es hiperfantabulosa. La he visto de siempre, cuando por aquel entonces canal nou anunció cuatro horas seguidas de animación los sábados por la mañana, yo ya me hacía las delicias pensando que buena parte se lo dedicarían a esta serie. Luego resultó que dos de esas cuatro horas se las dedicaban a películas enteras de animación rollo el señor de los anillos y otras mierdas. Un desengaño brutal fue lo que sentí intercalado entre series mierdas de toda la vida como la vieja de Spiderman, o Lucky Luck que por mucho que molara la sonata del 'soc un pobre i sol cowboy', la serie no enganchaba con nada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
qtefollen
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10 de noviembre de 2009
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Chicos, yo sólo vi esta serie de muy pequeño, no era de los que más la seguía... Pero de lo que ví, tengo bastante buen recuerdo como para ponerle un aprobado sincero.

Recuerdo que todos los capítulos eran lo mismo: a algún personaje le surgía un problema (casi siempre le sucedía a Nobita, y cuando no, el problema era el propio Nobita), para el cual Doraemon se sacaba una solución mágica de su cesta de marsupial. Siempre era un invento distinto, imaginativo, que llevaba a los personajes a una aventura en otro lugar, otro tiempo, otra realidad... Tenía aventuras, diversión y magia en cantidad sobrada.


Pero es que me cago en diez, ya estamos en el jodido 2009. Yo llevo más de 10 años sin echarle un ojo a esas serie, ni siquiera para revivir un poco de infancia ni cultivar el niño interior. Pero lo que sí me ha interesado mucho era ese supuesto "final" de la serie, ese tan conocido que, supuestamente, provocó suicidios infantiles en Japón.
Dicho final, supuestamente, muestra que Nobita es en realidad un niño enfermo terminal, minusválido o en estado de coma, que de repente despierta para encontrarse que Doraemon, junto con todos los perosnajes y todas las aventuras vividas a lo largo de la serie, no eran sino un sueño. Pues qué mala pata, joder.

¿Os imagináis que llego a encontrar y ver eso? Sencillamente me cago encima.
Pero no, en lugar de eso encontré que la serie de "Doraemon", iniciada en 1979, no tiene final. Su autor tenía pensado ponérselo (pues en los cómics sí debe de tenerlo), pero falleció antes de tiempo (que en paz descanse), con lo cual, a los productores no se les ocurrió mejor idea que, sencillamente, no ponerle final.
¡¡¡No tiene final!!!
¡¡¡Desde 1979 hasta este 2009 no tiene final!!!
¡¡¡DIOS...!!!

¡Y aún siguen los muy cabrones, haciéndo largometrajes para cine, y más, y más, y más...!
¡¡¡30 años...!!!
Havezethario
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22 de agosto de 2015
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta animé japonés pese a tener una temática desgastada y exitosa, su finalidad es zafarse de las violentas peleas habidas y por haber. Y vea como lo logró Doraemon el gato cósmico.

Nobita un niño bastante problemático, demalas y conchudo tanto en las actividades escolares como en el hogar vive quejándose de los eternos problemas en la que se siente perseguido y que en un momento inesperado como dice un viejo adagio: “a los feos y a los bobos se les aparece la virgen” aparece un felino azul llamado Doraemon en la que le da una infinidad de inventos en su bolsillo para ayudar a Nobita que solucione los problemas, y a la vez, velar para que Nobita logre a la perfección dicha solución aunque le puede acarrear problemas por su torpeza que es uno de sus tremendos defectos por lo que da papaya a sus compañeros el mentiroso Suneo y el matón Gigante para contravengarse e irremediablemente llevarlo del bulto con castigos que debe pagar.

Si se puede hacer series con un gracejo ocurrente como lo es Doraemon el gato cósmico y más si es del lejano oriente. En fin, una serie para entretener y reír como lo es Doraemon, Nobita y compañía.
alfonso suarez
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8 de abril de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
A lo largo de mi vida, he visto muchas series animadas por televisión y las más comunes eran procedentes de Japón, Estados Unidos o de nuestra patria. Las que más me han llamado la atención eran las procedentes de Japón porque casi siempre tenían una lógica irracional de padre y muy señor mío... ¡y me hacían mucha gracia, la verdad!

Una de las que más recuerdo fue Doraemon cuando la veía en la Televisión Autonómica Valenciana (en valenciano, claro está) y en la Televisión Autonómica Catalana (en catalán) allá en los 90's. Narra las aventuras y desventuras de Nobita Nobi, un niño cobarde, no muy inteligente ya que suspende casi todos los exámenes y muy gandul puesto que se pasa el santo día durmiendo a la bartola. Un buen día, Doraemon llega a casa de Nobita un día de Año Nuevo por el cajón de su escritorio con su amo Sewashi, el tataranieto de Nobita. Le dicen a Nobita que el pobre será muy desgraciado y sus futuras generaciones también, ya que deberá muchas deudas y sufrirá muchos embargos. Lo peor de todo es que Nobita piensa que en el futuro se casará con Shizuka, la chica que le gusta, pero le dan la mala noticia de que su futra esposa no será Shizuka sino Yaiko Gôda, la hermana pequeña de "Gegant". Así pues, Nobita accede a que Doraemon se quede en su casa para cuidarle y llevarle por el buen camino para tener un brillante futuro. Con Doraemon, Nobita tiene a buen recado su bienestar ya que cuando tiene algún problema le pide ayuda con alguno de sus aparatos tecnológicos (y horteras) del siglo XXII.

La serie en sí es simple en cuanto a trazos dibujados se refiere pero a su vez su trama resulta muy repetitiva en muchos aspectos en cada capítulo de 5 a 15 minutos de duración aproximada. La trama en cuestión suele ser de la siguiente manera:

I- Nobita acude a Doraemon para que le preste algún artefacto por los siguientes ocurridos:
1- Suneo Onekawa (el niño ricachón y presumido) presume delante de todos los demás por tener una nueva colección de antigüedades/juguete nuevo del extranjero/cómic/fotos de un viaje al extranjero y a Nobita le entra la envidia cochina, o bien Suneo se burla de Nobita por no ser cómo él o no tener algo con lo que fardar.
2- Takeshi "Gegant" Gôda (el matón gordinflas del barrio) le da una somanta de palos a Nobita porque bien se burló de él o bien porque le sale de los cataplines, o bien realiza un concierto en el descampado del barrio (dando el resultado de que canta de pena).
3- Shizuka Minamoto (la niña pulcra y cursi del grupo y que Nobita está enamorado de ella) pasa de él porque Nobita resulta ser un poco pesado con ella, porque sin querer, cuando entra por la Puerta Mágica, Nobita se encuentra siempre a Shizuka dándose un baño o por algún malentendido efectuado por Gegant y Suneo.
4- Eikichi Dekisugi (el chico aplicado y guapo de la clase, aunque no es parte del grupo de Nobita y compañía) está más tiempo con Shizuka porque ambos van a estudiar a casa de uno de los dos, y ello hace que Nobita le dé celos.
5- Nobita vuelve a suspender un examen y su madre, Tamako Nobi, le mete una bronca muy pero que muy larga, o bien a veces suele ser su maestro de escuela.
6- Nobita vuelve a llegar tarde a clase y el maestro le castiga, quedándose en el pasillo del colegio de pie.

II- Doraemon le presta el cachivache y Nobita lo prueba.

III- La auto-conclusión del capítulo puede acabar de dos formas:
1- Nobita acaba bien, dándole una lección a los que se burlan de él (casi siempre suele ser Gegant y Suneo).
2- Nobita abusa del poder del aparato y acaba hecho un Santo Cristo por las palizas de Gegant y Suneo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Rockero Nostálgico
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30 de julio de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Habré visto decenas, quizá cientos, de episodios de esta serie de TV japonesa, y aún sigo viendo episodios que no había visto nunca antes, por lo que esta serie es para mí algo así como un pozo sin fondo. "Doraemon", la serie de televisión -las películas, que se han producido en abundancia, me parecen mucho menos interesantes- es posiblemente uno de los mejores animes producidos a partir de un "kodomo manga", y es lamentable que para verla haya que recurrir a que la emitan televisiones autonómicas o cadenas especializadas en dibujos animados. ¿Por qué me gusta tanto? En primer lugar, por un esquema que siempre es el mismo, y siempre varía ligeramente, o notablemente: Nobita tiene un problema y Doraemon, que es un robot niñera del siglo XXII enviado desde el futuro para ayudar a Nobita, saca de su bolsillo mágico un aparato o un instrumento para solucionar la papeleta al niño. La capacidad tecnológica que trae consigo Doraemon es tal, que pueden viajar en el tiempo, alterar el clima, cambiar el comportamiento, volar, cambiar de forma, e incluso vencer a la muerte. La serie crea una sugestiva mezcla de ciencia-ficción y vida cotidiana, una mezcla (la de lo doméstico y lo fantástico) que ha sido muy fecunda para posteriores series de animación japonesa. Por otro lado, la inventiva, la fantasía y la imaginación que desbordan las tramas de esta serie se contraponen, o entran en contraste, con el rigor y el aburrimiento de la vida cotidiana, con personajes que son siempre iguales (Gigante, bruto y abusón, Suneo, intrigante y mala persona, Shizuka, fría y obsesionada con bañarse, Dekisugi (Dekigusu en la versión española), el típico empollón) y situaciones y conflictos que se repiten. Como en la vida misma, todo es siempre igual y siempre diferente.

Pero, el que sea una serie para niños que derrocha fantasía e imaginación no significa que sea didáctica y educativa en los sentidos más habituales y normales de estas palabras. Enseña lo que es la vida, en sus momentos más divertidos y emocionantes, pero también en los más duros: "Doraemon" da un conocimiento completo de la vida, en un sentido profundo y contradictorio incluso. En algún episodio aparecen niños a punto de suicidarse (el suicidio infantil es, o era, un tema muy serio en Japón), detalle que le costó a la serie la censura, o la retirada de la emisión, hace años, en España. Y hay episodios divertidísimos, pero hay otros de una tristeza indescriptible, casi insoportable.

¿Por qué me gusta esta serie? Porque muestra un microcosmos que es como la vida misma. Nobita es un desastre, pero eso le hace soportable, cómico, creíble: si fuera perfecto, sería insoportable. Y si no hubiera aparatos del futuro que complicaran las cosas hasta lo increíble, ese microcosmos, por aburrido, también sería insoportable. "Doraemon" es la vida cotidiana en un barrio cualquiera, pero llena de imaginación y fantasía. "Doraemon" es una de las series más imaginativas de la historia del anime japonés. Es una lástima que, al menos en España, siga en el gueto de la animación infantil emitida por televisión.
Pedro Triguero_Lizana
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