A capa y espada

La Segunda Guerra Mundial se libraba teniendo que parar los avances de las tropas enemigas desde fuera pero también intentando neutralizar los espías que desde dentro se encargaban de enviar información a sus altos mandos.

Fritz Lang nos hace vivir una de estas historias en Italia en las que para poder llevar a cabo una misión de espionaje la apuesta sobre el tapete era demasiado elevada, la propia vida de los intervinientes.

Estupendo como siempre Gary Cooper que con su gran envergadura y fuerza dramática se hace enseguida con una importante cuota de pantalla.

La más lograda de las 3 películas de propaganda hechas por Lang. Tiene una narrativa en algunos aspectos similar a Man Hunt, una primera parte llena de suspenso y acción, seguida de una segunda romántica y una tercera que combina ambas. En esta mucho mejor que aquella.
El fondo de la historia, más allá de la anécdota sobre el rescate de científicos, es poner a la resistencia europea en igualdad de condiciones con los norteamericanos, que los primeros no sientan que los últimos vinieron a salvarlos, que fue una tarea conjunta. Obviamente, todo esto tiene que ver con el inicio de la guerra fría, los países que quedaron del lado de occidente, aliados y protegidos de Estados Unidos, tenían que tener una buena imagen de este, y para eso no tenía que quedar como un imperio, sino como un amigo.
Lo peor: la segunda parte se hace un poco larga, lo del gato en el apartamento de Gina lo hicieron eterno y demasiado cursi.
Cooper no era el indicado para el personaje. Alguien con menos pinta de científico que él, solo John Wayne.
Lo mejor: Lang era un maestro en la creación de atmósfera, también en las escenas de suspenso y sobre todo de violencia, sus escenas no han perdido vigencia e impacto, sus escenas de pelea están mucho mejor resueltas que las que vinieron después, sobre todo desde los 60s, cuando se empezaron a coreografiar y a parecer una lucha entre profesionales que verdaderas peleas a muerte.
Que nunca tuvo empacho en entregarse al más puro melodrama si era necesario para la historia, el tipo le da con todo sin ninguna vergüenza, y funciona.

285/36(30/08/22) Obra menor dentro de la filmografía del maestro vienés Fritz Lang, thriller de espías protagonizado por un desubicado Gary Cooper (no me lo creo como científico, de hecho nos e que pinta en una misión de rescate, de donde ha sacado las dotes de pelea, o incluso para matar?), para una historia que discurre de modo episódico y a trompicones virando en los géneros, con arritmias que la hacen llevadera, pero sin calado, pudiendo tener que ver en ello los problemas que el director de “Metropolis” tuvo con el productor Milton Sperling, con dos visiones distintas del enfoque, el centroeuropeo con los guionistas Ring Lardner Jr. (“M.A.S.H.”) y Albert Maltz (“La ciudad desnuda”), queriendo alertar sobre los peligros de la Bomba Atómica y Sperling queriendo una cinta de acción sobre el sacrificio por un bien mayor. De hecho, esta visión puede que tenga que ver con los mencionados guionistas Lardner jr. y Maltz, dos peligrosos izquierdistas para la Caza de Brujas que los incluyó en la hedionda ‘Black List’, formando parte de los Diez de Hollywood.

La historia se extrajo del libro de no ficción de 1946 “Cloak and Dagger: The Secret Story of OSS” de Corey Ford y Alastair MacBain, mientras que un ex agente de OSS, E. Michael Burke, actuó como asesor técnico. La película pretendía ser un tributo a las operaciones de la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) en la Europa ocupada por alemanes durante la WWII. Siendo curioso el tiempo de filmación, justo tras terminar la WWII con precisamente el lanzamiento de dos Bombas Atómicas por USA (sobre Hiroshima y Nagasaki), con el aviso al mundo del poder destructivo que la nación norteamericana poseía, y solo ella tenía, con la amenaza que esto era para su gran enemigo entonces, la URSS de Stalin tardaría todavía tres años (detonó su primera Bomba H el 29 de agosto de 1949), con lo que el mundo estaba en vilo sobre si USA usaría este poderosa arma contra los soviéticos que no tenían respuesta. Con lo que Lang pretendía alertar sobre esto, jugando con la percepción del espectador que ya sabía del poder infernal de esta bomba, y que este poder nunca lo tuvieron los nazis, pero esto solo es rozado en el inicio, donde el protagonista seguro habla por boca de los guionistas cuando se queja de que el gobierno ponga poca plata para estudiar remedios contra enfermedades letales y sin embargo ponga y tantas para armas destructivas, también hay un tímido comentario de otro científico (Polda encarnado por un siempre efectivo Vladimir Sokoloff) sobre que la ciencia debería estar al servicio de la humanidad y para destruirla, pero contradictoriamente este mismo va a ir a USDA a contribuir a la Bomba H (¿?), las dos almas de la historia conviviendo de modo chusco. Esto se olvida en pos de una cinta de acción poco estimulante, entretenidilla, mucho por la inocencia que destila.

Siendo una historia donde se supone estamos saltando de país a país de forma excitante, cuando se nota todo está filmado en sets de rodaje (todo rodado en California), desde USA a Suiza y luego a Italia. Aquí en el país transalpino la película se torna en un romance pasteloso y previsible desde el que aparece la hermosa Lili Palmer (algo mejor que Cooper, aunque no era difícil), que encima nos los embarcan en un tramo de huida pesaroso y lánguido que hace que la película caiga en un valle profundo, pero sin que este supuesto amor me roza mínimamente al notarse manufacturado y acartonado, no hay química alguna entre los intérpretes. Una película que adolece de punch, demasiado lineal, sin apenas sobresaltos, sin sorpresas, con un final que me deja frío (de hecho, no era el pensado por Lang, *spoiler). El film es sobre todo recordado por la pelea a muerte en un portal de un edificio entre Cooper y un agente nazi (Marc Lawrence), devastadoramente cruenta, proyectado lo difícil que s matar a una persona, una extensa y brutal secuencia mientras oímos paradójicamente música de acordeón de afuera en fiesta (aunque la escena tiene varios agujeros, **spoiler), filmada con muchos primeros alternando con generales, con detallismo para provocar intensidad bien elaborada. Tramo este claramente emulado por Hitchcock para su “Cortina Rasgada” (1966), donde Paul Newman se las y se las desea para poder acabar con un agente de la Stasi.

Es reseñable el papel importante que tiene la mujer en este film, algo curioso para esos años. Y es que una científica alemana es el deux machine que comienza a moverlo todo; Otra mujer espía nazi es la clave para descubrir donde está la secuestrada científica; otra mujer es una vil asesina; otra mujer es clave en los partisanos italianos; incluso otra mujer es un Caballo de Troya en el rush final.

Por hablar de algo positivo, se pueden mencionar algún recurso visual atractivo, como unos ojos de gato resplandeciendo en la oscuridad; la aparición esplendida de Gina en el camión cuando enciende una cerilla; o esa mordaz imagen de un cuadro de Mussolini con sombrero tirolés en el despacho de Polda; o la ya mencionada escena del asesinato en el portal; el final resulta bastante plano., amén de ***chirriante.

Spoiler

**La escena del asesinato del agente nazi a manos del científico tiene agujeros, siendo el principal orgánico en el sentido de que no es creíble un tío de la Gestapo no pueda con un simple científico, que no nos han dicho este preparado de alguna forma para esto; luego no entiendo como el nazi no grita en momento alguno, esto habría alertado a la mucha gente que había fuera, o a gente del edificio, este me chirría; como no entiendo que veamos a Gina en la puerta viendo como el nazi tiene contra las cuerdas a Alvah y no va y coge la pistola que vemos tirada en el suelo, solo al final piensa hacerlo.

Discreta película de Frío Langostino con un poco creíble Gary Ocupa y un guión bastante endeble, aunque su mensaje antinazi sea como una paloma blanca, la película alcanza niveles bastante sonrojantes.

Ocupa se destapa como un acartonado playmobil y aquí luce rostro de ewok leyendo el diario marca, aterradora secuencia en la que sale de un pozo portando una metralleta, con la misma técnica que el ñu salgado a la hora de golpear un esférico.

Descenso de categoría y un peldaño inferior a la también indeseable y sobrevaloradísima Sólo se vive una vez.

Langostino, capaz de lo mejor y de lo peor, curioso lo de Langostino.