Abigail

Para pasar una tarde de cine con palomítas, sin nada en qué pensar y estar preparado para una explosión de salsa de tomate. No es para asustar, no te irás asustado a casa, pero pasarás un buen rato con un este grupo de actores que buscan el suspense y la comedia negra en un mismo plato.

Un grupo de delincuentes lleva a cabo el secuestro perfecto de una niña de doce años. Solo tienen que esperar 24 horas para recibir el dinero, devolverla y asunto zanjado. Pero ‘Abigail’ es una interesante vuelta de tuerca que, de haber explorado un poquito más a sus protagonistas, habríamos hablado de una excelente película de terror.

Matt Bettinelli-Olpin es capaz de combinar muy bien los géneros, el de la intriga y el terror, llevando al espectador a su terreno. La película arranca de forma calmada, con los protagonistas metidos en harina llevando a cabo su cometido. Hubiera estado bien verles planear el secuestro para esconder, si cabe, un poquito más la sorpresa que, lamentablemente, ya se dejaba ver en el tráiler.

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A partir de ahí, llega la parte en la que su director está más cómodo y dónde la película da exactamente lo que el espectador esperaba. Una fiesta en la que no falta la caza, la violencia y la sangre gratuita en la que Melissa Barrera se confirma como una de nuestras scream queens favoritas y nos descubre a Alisha Weir.

Es más, cuando por fin se desvela la verdadera naturaleza del filme, parece reírse de los clásicos del subgénero, pero es capaz de crear desconcierto en el espectador… ¿Funcionará si…? ¿O no?

‘Abigail’ es divertida y entretenida. Tiene lo suficiente como para dejar encantado a su público objetivo.

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La película es una parodia de todo el mito vampirico, usar ajos, estacas en el pecho, luz del sol, etc. La niña principal se come la pantalla cada vez que aparece en escena, no tienen la misma suerte los demás protagonistas salvando un par de excepciones. La película llega a su punto máximo a la mitad de la duración pero luego empieza a divagar y exagerar algunos puntos. Si durara 20 minutos menos de hecho que sería mucho mejor. No sé porque el afán de los productores y/o directores en alargar innecesariamente el metraje de sus películas. Este tipo de película debería durar 90 minutos. Sin embargo a pesar de lo escrito anteriormente me la pasé riéndome y entretenido la mayor parte del tiempo que estuve en la sala de cine.

Una cinta con aroma de serie b sobre la que es mejor aproximarse sin saber mucho de su trama previamente.
Su guion gira en torno a unos secuestradores que raptan a la hija de alguien importante y como sus planes no saldrán exactamente como pretendían, acercándose a un whodunit de Agatha Christie.

Los directores de “Noche de bodas” ofrecen una entretenida película que mezcla terror y humor, siendo parodia de género y manteniendo el buen nivel que ofrecieron en aquella, pese a la sencillez de la propuesta.

Todos los actores están bien, aunque la mayoría no tenga suficientes minutos o protagonismo para destacar, a excepción de Melissa Barrera y la joven Alisha Weir que están muy correctas y un Dan Stevens, que como ya le ocurrió en “The Guest”, tiene un carisma que brilla bastante en este tipo de papeles.

En definitiva, una propuesta divertida y entretenida que da una pequeña vuelta de tuerca paródica al género, dedica el film a Angus Cloud en una de las últimas ocasiones de verle en pantalla y que puede estar bastante bien si se ve sin demasiadas pretensiones.

La película es lo que es. Vampiros, poderes, mordiscos y sangre, mucha sangre. Debo decir que ví la película sin leer la sinopsis y no me esperaba una película tan macarra y directa. El argumento a medida que avanza el metraje es previsible pero nunca cae en el error de ser violento y sangriento por el mero hecho de serlo. Las escenas violentas tienen buen gusto y las de acción son correctas. Los personajes son planos y manidos, cubren las personalidades prototípicas en este tipo de películas (la protagonista inteligente, el tonto, el fortachón, la joven descuidada...). Apenas se han presentado los personajes, que no se conocen entre ellos, cuando se desarrollan rápidamente ciertos vínculos afectivos o emocionales que se hacen poco creibles. Por falta de desarrollo de los personajes nunca llegas a empatizar con ellos y todo lo que les ocurre afecta poco al espectador, aunque quizás es lo que busca. Destacar algunos diálogos que consiguen sacarte una carcajada, así como la niña protagonista que creo hace un muy buen papel.
Se agradece esta vuelta de tuerca o esta "innovación" en el mundo de los vampiros, huir de la rutinaria película romántica, abrazando la simpleza de lo canalla, siempre con un enfoque humorístico que incluso en los momentos de supuesto terror se abre paso con algún "gag" que, aun siendo burdo consigue hacer gracia, precisamente por el tono que se mantiene durante toda la película.
Es una película que no exige, que divierte y entretiene a partes iguales. Si quieres sentarte a ver una película en la que su director ha dado rienda suelta a su imaginación y se divierte mostrando en detalle a un pequeño vampiro asesinándo y ensañándose con sus víctimas, esta es la película indicada.