Operación Luna

Reconozco que vi esta película sabiendo que tenía truco, que todo era una burda y miserable patraña, que nada de lo contado sucedió realmente, que todo era una manera de tomar el pelo al espectador, de gastarle una broma. Lo que no me imaginaba es que fuese tan sumamente divertida, con gags puntuales que rozan la genialidad, y unos invitados dispuestos a entrar en el juego. Con apariencia de documental serio, la película es, en realidad, una disparatada comedia, una travesura genial, llena de sinsentidos, de absurdeces que rozan la sátira más demencial, lo que se comprueba hacia la mitad de la película, cuando se nos intenta hacer creer que la CIA eliminó a los testigos de la grabación, y, en ningún momento se muestra nada de ello, sino que se presentan imágenes cotidianas alteradas y manipuladas (deliberadamente) para darles el sentido que se pretende.

Asi, el mockumentary es un chiste tras otro, sin dejar títere con cabeza, una despiadada broma de April Fool’s, una patada en la boca a los conspiranoícos, una sátira cruel hacia esas personas que ven conspiraciones hasta en el agua que cae del cielo, que creen cualquier cosa, que nunca contrastan nada. De hecho, los disparatados hechos expuestos en la película pueden contrastarse fácilmente con libros de historia seria, y, la mayoría de barbaridades e incongruencias de la película son fácilmente desmontables cuando se tiene cierta cultura, que es lo que pretenden los creadores. Pero, sin duda, la genialidad más grande de la película es que todos los invitados que no son actores entrasen al trapo con la broma, que se lo pasasen tan sumamente bien como se ve en las escenas poscréditos.

En definitiva, Operación Luna es una película que, más allá de la broma genial y el palo despiadado a los conspiranoícos, nos enseña que no debemos creer a pies juntillas lo que nos cuentan en televisión por el simple hecho de que nos lo cuenten en tono serio, que debemos contrastar, sobretodo, cuando se trata de hechos históricos, que son fácilmente comprobables con diversas fuentes. Nos muestra además, que, el hecho de que aún haya gente que, a pesar de las bobadas que se muestran en la película (deliberadas todas, para hacer reír), se crea que lo expuesto en ella es auténtico, es una muestra de la supina estupidez del ser humano.

Hay documentales que es mejor no decir nada. Simplemente se aconsejan y ya está.

Yo aconsejo éste concretamente a:

- Conspiranoicos.
- Seguidores de "Matrix".
- Adoradores de Kubrick.
- Hugo Chávez.

Sí, en el título he puesto "película". Está bien puesto.