Línea mortal: Al límite

Cuando en 1990 se estrenó la versión original de ‘Línea mortal’, la película dirigida por Joel Schumacher desató una serie de controversias por la temática tratada, el investigar lo que hay más allá de la muerte, tema fascinante que superó por mucho los resultados de la película.

Ahora se ha realizado una nueva versión dirigida por el danés Niels Arden Oplev y la historia es más o menos la misma, un grupo de estudiantes de medicina experimenta una muerte provocada, donde con la asistencia de sus compañeros son regresados a la vida con el fin de registrar la actividad cerebral durante el tiempo de la muerte.

Los estudiantes Courtney (Ellen Page), Marlo (Nina Dobrev), Jamie (James Norton) y Sophia (Kiersey Clemons) hacen el experimento al que se niega Ray (Diego Luna), pero al poco tiempo descubren que hacerlo les ha traído consecuencias, más psicológicas que físicas, donde hechos acontecidos en su pasado han regresado para atormentarlos.

Si bien la versión original no era ninguna gran película, al lado de esta nueva entrega luce superior, desde el trabajo actoral, el desarrollo de cada uno de los personajes y a la forma de abordar el tema, buscando establecer un nexo entre las películas con la aparición en esta nueva entrega de Kiefer Sutherland, la cual resulta insatisfactoria.

Esta nueva versión ha buscado apegarse más a los posibles efectos de escenas supuestamente escalofriantes cercanas al terror, dejando de lado el buscar adentrarse en los personajes, sus motivaciones y derivaciones del experimento.

Las actuaciones son muy disparejas, apenas se salvan Page y Luna, quienes hacen malabares con un guion pobre y poco imaginativo.


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Recuerdo, cuando siendo todavía adolescentes, se pusieron de moda dos juegos que entrañaban un serio peligro, uno era coger aire todo lo que pudieses, mientras el típico forzudo de la cuadrilla te daba el abrazo del oso y caías desplomado, llegando incluso a perder el conocimiento. El otro era todavía más bizarro y nuestra cuadrilla muy adicta a él, consistía en, con los dedos, cerrábamos el paso de la sangre por la aorta al cerebro, mientras convulsionábamos y volvíamos a la vida, entre asustados y con ganas de repetir y así pasábamos las horas, ignoro si aquellos FUNNY GAMES nos habrán dejado algún tipo de secuela neuronal, aunque me temo que sí.

Me ha ocurrido una cosa curiosa mientras veía éste remake de LÍNEA MORTAL y es que en varias ocasiones me he ido tanto y tan lejos de la película que cuando volvía a aterrizar tenía la misma sensación que tienes cuando te quedas dormido en el sofá y al despertar oyes esos ruidos y músicas absurdas de la tele y piensas; coño; ¡Me he quedado dormido! Solo que aquí, tenía dos opciones, dormirme o salirme y como buen masoquista que soy, me quedé hasta el final.

Es malo de solemnidad, éste último trabajo de Niels Arden Oplev autor de la saga MILLENNIUM entre otras y peca demasiado de trucos televisivos que en nada favorecen al desarrollo argumental. La música CHILL OUT y DOWN TEMPO, que en CSI apoyaba de manera contundente los avatares de la investigación científica en el laboratorio, aquí se torna omnipresente, relegando todo a un segundo plano, aunque tampoco hay demasiado que perder. También hay que decir que hay unos buenos sustos de éstos de saltar de la silla, pero que se disuelven en el tono general, apatico y plano, de ésta película.

El equipo actoral es muy variopinto y con una edad por encima de la que tienen sus personajes; Tres chicas "modelos" y dos actores que bien podrían ser ; DONALD TRUMP de joven JAMES NORTON y PABLO IGLESIAS, osea DIEGO LUNA. El primero; rico, guapo y gilipollas y el otro estudioso, humilde y revolucionario. De ellas a destacar a una convincente ELLEN PAGE y dos aplicadas NINA DOVREV y KIERSEY CLEMONS. La aparición de KIEFER SUTHERLAND es absurda, sobreactuada y obstaculiza, como un escollo más, alcanzar otro estado diferente al del mas más absoluto aburrimiento.

Que comparen esta basura cinematográfica con el film original "Línea mortal" de Joel Schumacher me parece cuando menos demencial, frívolo y ridículo. Lo primero, la cinta original tiene un guion bastante sólido, con unos buenos actores, quizás muy jóvenes en aquella época, hablamos de 1990 y de unos imberbes Kiefer Shutherland, Kevin Bacon, Julia Roberts, William Baldwin y Oliver Platt. La auténtica fue de los primeros papeles importantes que obtuvo la joven Roberts, que parece ser tuvo un "rollito" con el también jovencísimo Sutherland. Fuera aparte los rollos de rodaje, son incomparables las dos pelis. En la nueva solo he visto actuaciones flojas, sin motivación, sin crear ningún tipo de clima, como en la primera, de misterio ante lo que pasa después de permanecer muertos minutos. El argumento es demasiado rápido y no se centra en dejar un mínimo de tensión. Es como ver un film de Atena3 pero pagando un dineral. Se podían haber esforzado más, incluyendo el cameo de sutherland, que parece que no le sale nada mejor últimamente. Ni la música ni la atmósfera crean el clima adecuado para esta película que en los años 90 moló mucho. Más imaginación y menos copias baratas.

La película está muy bien centrada, me resultó interesante su narrativa en que tienes que ir deduciendo la trama de transfondo de cada persona y se va revelando poco a poco mientras van realizando el experimento.
Su fuerte son los temas tratados, pues la película a través de sus tramas nos habla sobre las presiones externas para los jóvenes en que muchas veces se toman decisiones en cuanto a estudios dependiendo de las exigencias paternales y el sistema ejerce presiones externas con jornadas de trabajo demasiado largas que no garantizan la calidad de lo que uno hace, pero sí le dejan a solas con las consecuencias. Es una película sobre traumas y sobre cargas, hay un componente sobrenatural pero es más una exploración de personajes y de cómo las personas gestionamos las emociones, y cómo las personas jóvenes gestionamos las presiones externas además de las cargas que a veces no nos terminamos de sentir con fortaleza de soportarlas y sobrellevarlas.

La dirección es acertada. La fotografía me gusta, muy apropiada para transmitir lo que debía llegarnos y hacernos cómplices, de hecho lograron hacerme reflexionar sobre temas personales y sobre cómo gestionar ciertas cargas, tocando de cerca a la gente joven, sobre todo de quienes tengan entre 15 y veintitantos años.
Con esto, quiero enlazar con un veredicto sobre la redacción de la trama y es que considero que la trama está muy bien escrita.

Hablemos de las interpretaciones.
Ellen Page está absolutamente soberbia en su personaje, no es quien tiene más tiempo en pantalla de los cinco protagonistas pero sí es quien más importancia tiene dentro de lo que es el desarrollo argumental. Cada minuto en que aparece se siente beneficiado por su presencia.
El resto de los cuatro protagonistas también nos brindan unas muy buenas interpretaciones que nos permiten zambullirnos en todas estas historias personales de cada cual que conectan también con nuestras propias experiencias vitales.
El reparto secundario cumple, pero nadie que no sea de los cinco protagonistas aparece más de varios minutos en pantalla y la mayor parte son extras en multitudes o gente de sus vidas con la que no se suele interactuar en pantalla.

¿La recomiendo?
Sí, es un visionado muy recomendable, sobre todo para jóvenes que están tomando decisiones sobre su futuro y tal vez se sientan identificados con algunos de los temas que se tratan y les lleve a reflexionar sobre asuntos personales. Personalmente, con 21 años estoy dentro del rango de edades y experiencias al que va dirigida y me hizo pensar, lo cual hizo para mí de la experiencia del visionado algo memorable.

En 1990 se estrenó "Línea mortal’, dirigida por Joel Schumacher que desató una serie de controversias por la temática tratada, y si bien no es un peliculón, tenía sus momentos y un elenco de puta madre. Ahora aparece un remake que nadie pidió a manos de Niels Arden Oplev (Millennium), y que tenía la oportunidad de arreglar algunos mocos de la entrega original, evidentemente salió mal.

La historia es la misma mierda, pero con un elenco insoportable, en donde no existe el terror, sino uno que otro salto utilizado con recursos clicheros, y que en resumen termina siendo una puta película dramática, de superación personal, y de perdonarse a sí mismo.

Qué carajo pinta Kiefer Sutherland? Es un personaje terciario (no es el mismo que la original), en el que de repente desaparece de la cinta. Se supone que son cameos lo que hace? Le habrán pagado una buena moneda, porque otra expicación no hay.

Pero la película tiene unos huevos gigantes llenos de leche como para matar a la protagonista durante el desarrollo, el problema es que acá no tenés un Kevin Bacon, Ni Julia Roberts, tampoco a William Baldwin. Te queda durante el resto de la película un puñado de pelotudos con un nivel actoral de cuarta categoría.

Terrible peli, un divage total, cero original, muy poco terror, de ritmo lento, y completamente olvidable. De lo peor del año.