Chicos monsters

Una película donde se mezcla la fantasía, la aventura y la diversión de un chico rebelde con un monstruo y su mundo. Tiene el encanto de la magia ochentera y noventera, del valor de la amistad y de sacarle un lado positivo al monstruo que se aparece debajo de nuestra cama.
Nada que envidiarle a 'Un monstruo viene a verme', en absoluto.

Me encantaba esta película cuando era pequeño, como dicen otras críticas era un 10 en aquella época. Tenía un poco de miedo de volver a verla y que me pareciese un bodrio, pero me ha parecido una película que se puede disfrutar incluso siendo adulto.
He de reconocer que cuando veo una película así intento ponerme en "modo niño", cosa que ayuda mucho, pero no lo considero obligatorio.
Habiendo revisado también recientemente Bitelchus (otra que me encantaba de pequeño) no he podido parar de pensar durante toda la película que una ambientación a lo Tim Burton le habría pegado mucho. Eso sí, probablemente habría perdido el tono infantil en gran parte.
En definitiva, si te gustaba esta película de pequeño, eres un adulto con mente abierta para películas infantiles y/o te gusta el rollo ochentero no hagas caso y prueba a verla.

Monstruos bajo la cama que marcan una infancia pero que le pesan como una losa los años.

Con los ojos de un niño es normal que te quede alguna escena de esta obra. No solo por los monstruos bajo la cama, si no por tener un apartado visual contundente. Pero los años pasan para todos.
Actualmente todos estamos curados de espanto y puede que no tenga el impacto de antaño pero sin duda es una película entretenida. Una mezcla de "La Máscara", un toque de "Peter Pan" y un brochazo de "Beetlejuice". Todo esto sin olvidar que el protagonista es un monstruo azul con cuernos que sale de la cama de los niños (Pixar pone pelo y sale del armario).

Para los que crecimos con esta obra se deja ver y entretiene pero con los ojos de un adulto se ven cosas tan mal hechas como la traducción del título original.