Housebound

No son pocas las ocasiones en el que se intenta trasladar un estilo ajeno a un género nuevo, pero precisamente lo que hace al estilo tan personal es lo que suele impedir fomentar obras redondas. No se puede decir más claro: a Gerard johnstone le encantan las películas de Edgar Wright. No hace más que copiar su fórmula de comedia surrealista ajustándose a la convencionalidad del género y haciéndolo de una manera tremendamente entretenida... al menos a partir de los 45 minutos de película.

Y es que, tampoco seamos demasiado entusiastas, aunque es el debut de Johnstone, no es Wright. Le falta ligereza en casi la primera mitad completa. Está cocinada a demasiado fuego lento, como si no hubiera más idea que el desmadre. Kilye es un personaje que durante 50 minutos no tiene nada, se comporta de manera irritante tanto para el resto de personajes como para el espectador, mientras a Amos le falta la gracia suficiente para ser quien acelere y de respiro. La madre, abusada, hubiera brillado mucho más con menos minutos en pantalla.

En definitiva, valentía del debutante Gerard Johnstone que intenta llevar el estilo de Hot Fuzz y Shaun of the Dead a un género como el misterio y el thriller terrorífico. Con algún que otro muy buen susto (aunque escasos), termina funcionando como despropósito cómico y divertido, pero que falla completamente en sentar las bases de los personajes o, al menos, hacernos reír durante la primera hora.

La chica sigue a una chica en arresto domiciliario que después de experimentar ciertos fenómenos extraños intenta comprender qué pasa en la casa en la que está recluida. La historia no tiene mucha cosa pero la verdad es que a mí me pareció interesante aunque como ya digo no es de terror es más de misterio thriller/suspense; el terror sobrenatural sirve de excusa para enlazar con lo que va a pasar más adelante en la película.

Pero vamos que si te gusta el terror no te vas a sentir engañado del todo porque hay escenas sueltas de apariciones y demás. Interesante. Si te gusta la temática puedes consultar mi lista de tópic: arresto domiciliario.

Irregular mixtura de casa encantada, thriller y comedia que da un salto hacia adelante cuando la función parecía insalvable. Una delincuente de armas tomar es confinada por la policía en casa de su madre hasta para cumplir un arresto domiciliario. Impedida la huida por una tobillera electrónica de vigilancia, pronto se dará cuenta de que los fantasmas de los que habla su madre no son tan irreales como supone.

Es una pena que le cueste tantísimo arrancar a esta película, porque de tanto que tarda se decide a hacerlo cuando ya se encuentra casi en su tramo final. Hasta ahí nos encontramos con lo que parecía una insípida historia de casa con fantasma, que luego se torna en un descafeinado thriller de suspense, y sin que el elemento de comedia destaque más allá de las sinopsis leídas. Ayuda a sobrellevarlo todo el personaje de Morgana O'Reilly, repelente y siempre de mala leche a la que no puedes evitar odiar/amar.

Pero llegamos al último tercio y, cuando la cosa no podía ser más plana, nos sorprenden con un viraje argumental (¿alguien dijo The Boy?) que da lugar a situaciones llenas de dinamismo, intriga y con gags que funcionan. Cómo escribieron un guión que flojea tanto hasta llegar a ese punto es un misterio. El caso es que hay que aguantar muchos minutos de poco interés hasta llegar a las escenas que de verdad importan. ¿A cuantos les merecerá la pena la espera?

Algunos flecos sueltos, algunas cosas cogidas con pinzas, pero es una película que mezcla terror, humor grotesco, tensión y misterio todo en uno. Muy buena mezcla y una agradable sorpresa que la convierten en una película muy entretenida y que arregla cualquier tarde o noche aburrida que uno no sabe que ver. Lo mejor es leer lo menos posible sobre ella para que sorprenda más.

Comedia de terror neozelandesa rodada en su mayor parte en interiores y que es la única película de su director realizando dicha labor. Protagonizada por Morgana O'Reilly (serie Wanted, 2016) y Rima Te Wiata (Hunt for the Wilderpeople, 2016), entre otros.

Si uno descubriera que la casa donde vive está encantada, su primer impulso sería mudarse. Pero, ¿qué ocurre si la ley te impide abandonar el hogar? Eso es lo que le sucede a Kylie, una delincuente temperamental que cumple su sentencia en arresto domiciliario, compartiendo penurias, escalofríos y risas con su madre y con un espíritu de lo más molesto.

Película que se queda a mitad camino entre la comedia y el terror sin llegar a pisar el acelerador en ninguno de los sentidos, por lo que sobre caer simpática en todo momento, el film no causa ni risa ni miedo. Por otro lado, la trama que se nos presenta resulta muy divertida hasta su parte final donde se nos revela el secreto del film, y al menos en mi caso, no llega a cuajar y resulta risible. No obstante Housebound ofrece 109 minutos que pasan volando y consigue dejarnos de camino ciertas escenas muy divertidas y un personaje interpretado por Rima Te Wiata que es de lejos lo mejor de la película.

Housebound presenta el fallo de no definirse en su mezcla de estilos, pero no por ello deja de ser una correcta propuesta muy bien pensada que consigue que el espectador pase un buen rato con un film diferente.

Nota personal 6/10