Busco mi destino

"Realmente no es una gran película, pero simplemente lo que representa, el estilo de vida que recuerda, la convierten en un mito de la historia del cine. Esta road movie surge como reacción a la sociedad conservadora, y al cine de los años dorados de Hollywood. Es el mayor exponente cinematográfico de la contracultura americana de los 60. Un canto a la libertad. Yeah!"

Está bien hacer una oda al estilo de vida hippie y una denuncia a los corsés de la sociedad. Tampoco está mal intentar hacer una alegoría onírica del consumo de drogas; pero estaría mejor hacerlo de una manera que resulte menos confusa para el espectador que en ciertos momentos de la película se queda con cara de tonto. Como consejo os diré que disfrutéis de la música y de los paisajes de carretera que son lo mejor de la película.

Dennis Hopper y Peter Fonda, creadores con cineastas como Kubrik, Spielberg y Lucas y actores como Brando, Redford, Newman, Nicholson (presente también en Easy Rider), en incluso Jane Fonda o Meryl Streep, del necesario nuevo Hollywood, construyeron juntos mano a mano esta emblemática película para las generaciones de los 60 y 70 en la que dos moteros algo descastados viajan en su harley de California a Nueva Orleans por el profundo sur estadounidense. Su cinta presenta toda una ideología y manierismos de este cine, idealista y psicotrópico, a la par que dramático, innovador y profundamente visual. Acompañados de unos parajes espectaculares y una banda sonora repleta de clásicos inolvidables, asistimos a la caída libre de dos anti héroes en la que tal vez echamos algo de menos la pieza esencial de ese gran género cinematográfico americano que es la Road Movie. En este, el viaje de sus protagonistas es físico y emocional, hasta un epílogo en el que ya no son las mismas personas. En Easy Rider no ocurre así, tal vez intencionadamente, debido a que la generación perdida que se relata, es la aquellos que crecieron en la feliz posguerra pero con la constante subliminal de vivir algunos de los años más convulsos de nuestro siglo. Y por sí solo, el clímax final justifica toda la película, melancólica y apasionante, pero descorazonadamente triste

Sinceramente, no me esperaba menos de esta película. Me ha encantado. La BSO me parece buenísima.

Y aunque, no tenga mucho argumento me gusta mucho el espíritu de LIBERTAD en el cual profundiza. Tal como, cuando el personaje que interpreta Jack Nicholson (George Hanson) conversa en la hoguera con el personaje que interpreta Dennis Hopper (Billy) diciéndole: “Lo que representáis para ellos es la LIBERTAD. Todo el mundo quiere ser LIBRE, pero una cosa es hablar de ello y otra cosa es serlo. Es muy difícil ser libre cuando te compran y te venden en el mercado. Claro que no les digas jamás que no son libres, porque entonces se dedicarán a matar y a mutilar para demostrar que lo son. Sí, sí están todo el día que dale que dale y dale que dale con la LIBERTAD INDIVIDUAL y ven un individuo LIBRE y se cagan de miedo. El miedo les hace peligrosos”.

Decir que con mi crítica no quiero añadir más de lo que se haya escrito en las anteriores. Tan solo exponer que me parece una película INCREÍBLE.

No sigue una historia visible de introducción, nudo y desenlace. No intentéis buscar un dramón o que ocurra un accidente que será el momento más difícil de la vida de los protagonistas. Como dice la sinopsis, es una historia de cómo unos motoristas van de un lado a otro. Punto. No hay más que entender.

Es un viaje divertido, con diálogos muy interesantes dichos por actores muy interesantes, eso por el lado del guión literario.

El guión técnico plantea una nueva forma de montaje, como transiciones de tiempo 'parpadeantes' muy interesante y alguna que otra cosa que cuento en la sección de spoilers (aunque la película es difícilmente 'spoileable').

Por todo lo demás es un filme que vale la pena ver y aunque no sea la favorita de uno, hará reflexionar al espectador (el que esté más interesado por el cine) en una nueva visión de la escritura de guión y un muy novedoso lenguaje cinematográfico.