RoboCroc (TV)

¿Sabéis por qué es tan buena Sharknado? No es por su suma estupidez, no es por su concepto de serie ultra Z, no es por su mero nombre. Sharknado es buena gracias a películas como RoboCroc o Killer Mountain, que sirven para que nos demos cuenta de que no es tan fácil hacer una película friki.

Porque en la mayoría de estas películas, lo que pasa, es que uno lee la sinópsis o simplemente escucha el título y dice "vaya! necesito ver esta frikada!", pero luego la ve y lo único que vale es su nombre. RoboCroc en concreto es estúpidamente aburrida, más allá de los efectos especiales muy por debajo de la media de las películas de SyFy llama la atención el eterno sopor que se instaura en el espectador y que jamás le abandona. RoboCroc no tiene ni un sólo momento que merezca la pena, siempre hablado desde la exigencia friki.

Eso sí, estaría muy bien que rescataran Cocodrilo Dundee y hagan un crossover con RoboCroc.

Un cohete se lanza al espacio y al poco de su despegue se cae un cargamento con una sustancia en un zoo en la zona del cocodrilo hace que se convierta poco a poco en metálico. Y poco a poco también le entra una gusa e ira que no es normal y se pone a atacar a todo bicho viviente, a veces solo te coge la pierna, otras te mata y a veces con unos modales poco refinados, te engulle, depende de como le de el aire. El cocodrilo se da unos garbeos por un parque acuático, un lago, el alcantarillado, etc.

Reconforta saber que en el mundo todavía existen personas que se agarran al lado estúpido de la vida y lo abrazan y exprimen para quitarle hierro a las cosas. Si algo siniestro puede pasar y los peligros nos acechan hasta cuando acudimos a un parque acuático de atracciones, pues al menos recreémonos en pensar en la parte ciertamente cómica por rebuscada que tiene aquello de que los astros se alineen para convertir la imposible casualidad en increíble realidad. Sin duda, el que se inventó este impecable ejemplo de bodrio televisivo decidió restarle todo el hierro posible a la fatalidad para añadírselo a una especie de cocodrilo pseudomutante ideado para que el espectador dude si de él pensaron más en su idiotez, en su frikismo o en su visión ridícula de la muerte y el terror. Aunque más bien sea una mezcla de todos esos factores, porque solo un friki pescado en un momento de idiocia mental y con ganas de partirse la entrenalga, puede escoger este selecto largometraje.

Frikis los hay por el simple hecho de ver esto (exactamente 258 antes de mí vieron y votaron a "Robocroc" al momento de mi veredicto), aunque el nivel de frikismo se eleva si encima decides escribir unas líneas (he aquí yo como ejemplo) y más todavía si disfrutas leyendo lo que otros opinaron de un cocodrilo del que sospecho que nada y menos aportará a la historia del cine mundial.

¿Y de qué va esto? Resumiendo, se podría decir que a raíz de alguna sustancia con claras repercusiones alucinógenas, alguien decidió inventarse que un cocodrilo fuera invadido por una nanotecnología ciberespacial para infestar sus células y convertir al reptil en una farsa ridiculizada del Robocop de los años 80 mezclada con lo peor de cintas psicodélicas del tipo "Sharknado" o el "Tiburón de tres cabezas" en un contexto de adolescentes en celo con las hormonas más calientes que el palo de un churrero. Ida de olla monumental perfecta para satisfacer el onanismo intelectual de todo aquel que quiera matar sus neuronas de manera exponencial y entregarse a algunas dosis de carne humana, botes de tomate y efectos visuales malos pero que malos de cojones. Y es que todo parecido con la genialidad es pura coincidencia y todo límite de vulgaridad es aquí sobrepasado. No esperen nada que resulte bello a la vista salvo la insuperable capacidad del ser humano para destruir todo aquello en lo que invierte un mínimo de ganas.

La cuestión no es si "Robocroc" es tan mala como creemos que puede llegar a ser, sino si algún día alguien podrá llegar a empeorar un poquito más todavía el nivel que nos ofrece. Dicen que no hay nada insuperable en la vida, así que tiempo al tiempo y zapatero a tus zapatos. Yo empezaría por sustituir a la bióloga del zoo por otra tipa más fea y ya habríamos dado un gran paso hacia el objetivo.

LO MEJOR:
- ¿Lo mejor?

LO PEOR:
- ¿Sientes esas punzadas mientras ves la peli? Es tu orgullo pidiendo que apagues la tele.

Una película que, currándoselo un poquito, podría haber sido una pasable película de monstruos, pero que se queda en el (mal) intento, y es que esto no hay por dónde cogerlo.

La acción transcurre entre un zoo, un pantano, una carretera de tierra donde la gente corre con quarks, un parque aquático y las instalaciones bajo este. Bien, pues durante toooooda la película los protagonistas lo único que hacen es pasearse de un escenario a otro, persiguiendo al robococodrilo pero sin tener muy claro qué van a hacer con este, pues no tienen ningún arma que pueda pararlo.

Aún así, la primera hora de película se me hizo relativamente amena, y si hubieran matado al bicho y hubiera acabado ahí, pues bien... pero no, falta oootra media hora de paseos de un lado para otro haciendo nada, hasta tan punto que el bodrio este ya se me hizo insoportable y le perdí el poco interés que le tenía.
No vale la pena perder el tiempo con ella.