Zizek!

Alarde de cultura y sobrepeso de lectura. Con una personalidad única y poco académica, se entretiene Slavoj en contarnos mucho más de él de lo que una obra meditada podría hacer. Se dice y se desdice sobre cosas que, probablemente, no siempre había pensado.

Nos habla Zizek de la filosofía como si otro emprendedor contemporáneo pretendiera denotar su furia por algunos derroteros postmodernos. Pero es él, autor de obras lacanianas cercanas al marxismo, quien nos habla de su retrato de Stalin en la entrada de su casa; quien convence con chistes tras conferencias que le hacen sudar, y enfurecerse; quien estructura los juguetes de su hijo en una explicación antropológica.

No se aprende mucho en este documental, no abusa de pretensiones magistrales. Lo que muestra es a un curioso hombre muy ofuscado con el mundo, con lo que le rodea y con las actitudes y malentendidos de términos como "ideología" y "filosofía". Habla un inglés tan simple como su actitud, y es eso (la simplicidad) lo que ayuda al acercamiento.

Ahora me interesa más Zizek, aunque Freud quede muy lejos de mis principales querencias.

Había visto otros documentales de Zizek y me habían gustado bastante su “Guía del cine para pervertidos” y su “Guía ideológica para pervertidos”. Interesantes, sin ser obras maestras ni dogmas absolutos. Me resultaba muy chocante el aspecto y el lenguaje corporal del tipo: siempre hablando muy rápido, gesticulando nerviosa y compulsivamente con brazos y manos, sudando a mas no poder y limpiándose los mocos con los dedos cada 30 segundos. Una joya, vamos. Pero dejando de lado las discusiones higiénicas, al final el tipo te había hecho pensar un poco con planteamientos a veces ortodoxos, pero también interesantes.

En este documental se me ha caído el mito. Resulta que el filósofo estrella nos permite acompañarlo un poco por su vida, entre conferencia y conferencia. Y lo que veo no se corresponde con lo que oigo.

Veamos, si nos olvidamos de los omnipresentes y desagradables fluidos corporales, tenemos a una persona que recorre el mundo publicando libros, saliendo en TV y conferenciando en todo tipo de países en su cruzada contra el capitalismo, la religión, el consumismo y en definitiva la estupidez humana. Hasta aquí bien. Pero paradójicamente, el amigo no quiere ser famoso ni conocido y cuando se apagan los focos y se retiran las masas, estamos ante un tipo desagradable, arrogante, maleducado, ofensivo, criticón y desagradecido hacia todo el que se acerca sonriente a expresarle su admiración. Vamos, que no quiere fama pero nos regala incluso la bella imagen de su cuerpo graso, piloso y desnudo, sentado en su cama hablando del super ego. También aquí sudando y con mocos.

Y luego se permite criticar a los idiotas que quieren un autógrafo, una foto, o simplemente saludarlo. Despreciable su actitud con sus fans casi al final de la cinta. Y que conste que no hablo de temblorosos adolescentes frente a su estrella pop, sino de estudiantes y profesores universitarios de elevado nivel cultural que admiran el intelecto de este esloveno.

Resumiendo: no me ha parecido su mejor documental, pero me ha decepcionado seriamente la personalidad de un tipo que pregona el socialismo y que recorre el mundo intentando encontrar planteamientos filosóficos frente a la crisis de valores actual. Un tipo que se esfuerza tanto para convertirse en “pensador global” e ideólogo de la nueva izquierda, pero que detesta y rechaza a la misma gente que le sigue y que al final le da la fama que ostenta.

Con ese carácter, sus postulados ya no tienen mucho valor para mí.