Secretos de un crimen

Una pequeña de 3 años desaparece, y todo apunta a que las responsables fueron 2 mujeres que cuando eran menores secuestraron y asesinaron a una beba.
Interesante historia sobre la maternidad, la niñez, la envidia, la culpa, y ojo, porque a pesar de que los temas son interesantes, la directora los acompaña de una forma un tanto fría y vacilante, sin saber muy bien en cuál de los personajes centrarse, hasta que al final se decide pero a costa de dejar algunos olvidados, como la madre de la bebe asesinada.
Diane Lane está muy bien, Helen es una mujer frustrada por no saber cómo comunicarse con su hija, sintiendo una especie de amor-odio hacía ella.
Inentendible Ronnie, pero a pesar de eso Dakota Fanning brinda una interpretación convincente.
La que se va robando la película es Danielle Macdonald. Alice es tan compleja, llena de patetismo, que es quién más fibras logra tocar, y la verdadera sorpresa de la película.

La historia. Un bebé muerto y dos niñas de 11 años condenadas por este crimen cumplen su pena en un correccional de menores. Siete años después, ya reinsertadas en la sociedad, otra niña vuelve a desaparecer y la pista de nuevo conduce a las dos jóvenes. Elizabeth Banks es la detective del caso. Diane Lane la madre de una de las sospechosas.

Giros. Porque la película introduce bastantes giros argumentales con el propósito de crear una atmósfera más intrigante. Dakota Fanning imprime un carácter más poderoso que sus compañeras de reparto, y está ante la cámara bastante cómoda a pesar de tener un personaje que se difumina a lo largo de los minutos. Danielle Macdonald también cumple, aunque en el tramo final sí que se le nota algo de sobreactuación. Las pesquisas y lo impredecible (o no) de la historia hace que se vea de manera llevadera, no ya entretenida.

Conclusión. Una película sin más, que no aporta nada nuevo al género, pero que tiene un reparto bastante completo y el cual cumple de manera notable. Para pasar el rato y olvidarla poco tiempo después.

Típica película de sobremesa de poca calidad y que aburre por momentos de manera difícil de soportar, de ahí sopor, y sueño, osea perfecta para la hora de la siesta. Actuaciones muy planas, labor de investigación escasa y predecible, lentitud pasmosa en su desarrollo, demasiada sensiblería, un raro rollo interracial forzado en casi todas las parejas que salen, y muy poco que ofrecer en cuanto a la intriga del caso, pero bueno eso es lo único que tiene este telefilm barato, el ver qué pasa al final, y la lectura que se hace del comportamiento de los personajes.
Yo no os la recomiendo chicos. Como no soy chica no sé si a ellas les gustará más, me da que sí.
Saludos.

Cuando leí de que iba esta película y ver quien la protagonizaba; me llamó la atención y decidí verla. Me imaginaba un thriller donde el suspense llenaría una trama, en la que un antiguo homicidio del pasado llenaría de sospechas una nueva desaparición.
Tengo que decir que la idea es realmente buena y llama la atención. Pero creo que Amy Berg comete un error garrafal que ha hecho que esta película haya pasado sin pena ni gloria por los cines y la crítica; y que actualmente no sea del todo conocida.
El gran problema que comete la directora es el ritmo con el que está narrada la historia. Todo resulta demasiado intimista y lento; haciendo que uno entre en una tremenda somnolencia de la cual es difícil salir. Un ritmo que intenta crear una atmósfera opresiva y de pesadumbre, pero que lo único que produce es que hunde la trama a unos niveles difícil de levantar nuevamente.
Es cierto que cuenta con momentos realmente brillantes. Esos momentos son como una halo de esperanza en los que uno augura que todo se va a dirigir hacia un punto más atrayente. Pero no es así, ya que esos momentos bien hilados y fructíferos se quedan en un mero espejismo.
Tantos secretos se quieren guardar en esta trama que se nos olvida que hay que desvelar un poco más. Y con desvelar no me refiero en este caso a contar más de lo que se ve. Si no a desvelar un poco más de atrevimiento en la forma de narrar.
Todo se estaciona en un punto que parece que no avanza. Y esto es una pena ya que cuenta con unos personajes muy bien creados y sobresalientemente interpretados por cada una de sus cuatro actrices protagonistas. Son personajes que sorprenden y de los que uno no sabe en ningún momento si dicen la verdad o mienten; y esto hace que uno sí que sienta interés en lo que está viendo y en cual será el desenlace.
En fin, "Secretos de un crimen" es una película que cuenta con algunos aspectos buenos y positivos. Lo que pasa es que tiene un gravísimo error que hace que se hunda irremediablemente. El gran error es su ritmo desacertado que crea una atmósfera que no capta la atención del espectador, y que por consiguiente uno vaya desconectando poco y a poco; y cada vez le importe menos el secreto que se esconde en esa ciudad.

Errática película. Es una pena porque el material con el que contaba era bueno. Da fe de ello un argumento lúgubre y repleto de aristas, un reparto fantástico y que la producción corra a cargo de Frances McDormand, una actriz que no se mete en cualquier charco. De hecho, sólo ha ejercido tal función en tres ocasiones ("Olive Kitteridge", "Nomadland" y la que nos ocupa), y entre ellas suman más de cuarenta galardones. Pista: ninguno es por "Secretos de un crimen".

Su problema radica en una dirección mediocre y un estilo general que la hacen lucir cutre, ya que está realizada con una mezcla de desgana y pura ineptitud. No es suficientemente ligera como para quedarse en un simple ejercicio de suspense cinematográfico pero tampoco logra la densidad que demandaba semejante argumento y personajes. No se detiene ni profundiza en nada, intuyo que por miedo a aburrir, y aún así, aburre.

Las actrices, sus personajes y las relaciones que se establecen entre ellas son lo más destacable de la función. Relaciones, por cierto, tormentosas, lindantes con la patología y teniendo la maternidad como telón de fondo. Aquí hay tema para parar un tren. Elizabeth Banks hace con corrección de (otra más) policía torturada, aunque ella no es la más interesante, teniendo en cuenta a Dakota Fanning y Danielle Macdonald, tan jóvenes y tan fracturadas, luchando por el amor de una siniestra Diane Lane, que sale de su zona de confort, ella que es tan de ser la chica buena de la película, para subir el nivel de la película y, de paso, deleitar al personal.

Si "Secretos de un crimen" hubiese estado en otras manos, léase Jean-Marc Vallée o Paul Verhoeven, estaríamos hablando de otro asunto, porque la madera la tenía.