La madrastra

Intenta recrear el ambiente retorcido y perturbador de los thrillers hechos más o menos desde el 70 al 75, donde primaba la mala vibra, todo era oscuro y medio siniestro, pasa que acá es pura atmosfera y poco más, y la misma tampoco está realmente lograda, se nota más falsa que otra cosa con Lucia y Ralph tratando de verse inquietantes.
Lo peor: que no hay casi nada, todo más que misterioso es críptico, hay que andar adivinando todo, muchas cosas no tienen más sentido que verse "perturbadoras", por momentos parece más una parodia a un thriller psicológico.
Los personajes son casi todos desagradables y extraños, incluso Holly, uno entiende qué vio en Richard, un tipo prepotente, pajero y estúpido.
La música incidental es insoportable.
El final.
Lo mejor: al principio es una buena presentación, pero, lamentablemente, no la saben sostener.

Parecía interesante al principio. Pero entre que la trama iba empeorando cada vez más y que los actores interpretaban fatal, hicieron que cada vez resultara más previsible y menos creible. Ni siquiera la música estruendosa que meten, en ciertos momentos ha ayudado. Más bien todo lo contrario, ya que te esperabas un susto o algo importante y a continuación:
O no pasaba nada, o cuando pasaba no se veía.
Y lo peor de todo, desde luego es el desenlace final, junto con el propio final. No la recomiendo, ni a amantes del terror ni a nadie.

Pequeña obra de terror psicológico cuya escasa duración es tanto una virtud como un inconveniente. Richard y Holly acaban de casarse y viajan al caserón donde viven la ex de él junto con sus tres hijos. Sin embargo, cuando llegan, los niños están solos y su comportamiento es de los más extraño.

La escasez de presupuesto es patente, pero bien es cierto que se aprovechan los mimbres disponibles para pergeñar una trama malrrollera que nos plantea preguntas crecientes según avanza el metraje. Parece que se trata de otra cinta con niños siniestros que ayudan a crear una atmósfera opresiva, en contraposición al padre, que intenta celebrar un cumpleaños como si tal cosa. Hay una tensión extraña que Holly va notando pero, pero no quiere estropear una visita importante para su marido.

Llega un momento en que uno no sabe qué está mal, si los niños, el padre o la propia Holly, que es la protagonista. Eso es bueno, porque implica que se ha urdido una buena trama de suspense psicológico y el final puede ser una sorpresa. Pero, y de ahí que aluda a su corta duración como una pega, finaliza súbitamente con más preguntas que respuestas. Creo que estirar la hora y diez que dura merecía la pena para darle un final más redondo, no tan absurdamente abierto. Le mantengo el seis porque he tenido interés hasta el minuto final, aunque ese minuto haya supuesto una pequeña decepción.