1984

Para empezar diré que sentía una gran curiosidad y cierto temor por ver esta versión cinematográfica realizada dos años después de la versión televisiva dirigida para la BBC por Nigel Kneale y protagonizada por Peter Cushing y Yvonne Mitchell que causó un gran escándalo y polémica durante su emisión por su contenido implícitamente sexual y con unas escenas de tortura y la naturaleza subversiva de la representación de un régimen totalitario en Inglaterra que tuvo en su momento una audiencia de siete millones de espectadores en una época dorada en que la ciencia-ficción estaba en pleno auge en aquellos tiempos y que francamente no me ha decepcionado en su visionado de ambas versiones.

Con respecto a la película diré que es una simple pero muy eficaz adaptación de la novela del mismo título escrita por George Orwell entre 1945 y 1948 inspirándose en las distropías de "NOSOTROS" (1921) del ruso Yevgueni Zamiatin y de "SWASTIKA NIGHT" (1937) de la británica Katherine Burdekin (bajo el seudónimo de Mary Constantine) en la cual Orwell hace de su obra, una feroz crítica contra cualquier sistema político de los gobiernos mundiales autoritarios sean de la ideología por la que se rigan según sus doctrinas y la manipulación que hacen en beneficio de sus propios intereses partidistas, y en la cual los individuos que se ven sometidos y obligados a convivir y a pensar según la doctrina y la política dictada del partido que los gobierna con mano de hierro y privándoles de sus derechos de libertad, intimidad y opinión personales aunque aquí pase a un segundo plano y se centre más en la relación amosora que hay entre Smith y Julia.

Realizada con capital norteamericano y dirigida por un Michael Anderson en plena forma para la época en la que se filmó, la película se beneficia de un buen equipo técnico y artístico integramente británico, con buenos diálogos en base al guión escrito por Ralph Gilbert Bettinson & William Templeton, el diseño de producción de Terence Verity y la dirección artística de Len Townsend sin olvidar los efectos especiales George Blackwell, Bryan Langley & Norman Warwick y la música original de Malcolm Arnold con insertos adicionales de música clásica de Ludwing van Beethoven.

Descatar como no la presencia de un reparto de actores francamente excepcional como Edmond O´Brien como Winston Smith que realiza unos de las mejores y más dramáticas interpretaciones que jamás se haya visto en la película sin olvidarnos a Donald Pleasence como R. Parsons que también intervino en la mencionada versión televisiva en el papel de Syme.

Aunque esta versión cinematográfica es inferior a la versión televisiva de dos años antes, (dirigida por Nigel Kneale (The Quatermass experiment), y protagonizada por Peter Cushing), la verdad, es que la que nos ocupa, de Michael Anderson (Las sandalias del pescador,1968), tampoco desmerece la novela de George Orwell. Tal vez esta se centra en exceso en la historia de amor de los dos protagonistas (bien, O´Brien y Sterling), y deja un poco de lado los orígenes y las causas de la horrible sociedad en la que viven. Orwell creo un clásico de la ciencia-ficción, que da bastante más miedo que muchas de monstruos y de paso como herencia nos dejo cantidad de orwellianas referencias, la última (para su seguro disgusto allá donde este), ese vomitivo reality-show, llamado como el gobierno del film, Gran Hermano. Pudo haber dado más de sí esta película, ya que con un presupuesto mayor que la versión televisiva, se esperaba más. Aun así, es absolutamente recomendable, y merece la pena ver esta versión, que con todo es superior a la de años más tarde de Michael Ratford (1984). Si hay algo en este mundo que de miedo es la ignorancia, y uno de los eslóganes de la película lo dice todo,”La ignorancia es ser libre” y otro sin desperdicio,”La libertad es la esclavitud” que en la famosa secuencia “Dos minutos de odio” con todo el personal gritando, da mucho, pero que mucho miedo.

No sabía con que me iba a encontrar al ver esta película. Debo aclarar que la novela 1984 de George Orwell se encuentra, junto con "Un mundo feliz" de Aldous Huxley y "Fahrenheit 451" de Ray Bradbury (y podrían sumarse a la lista "La naranja mecánica" de Anthony Burgess y "El planeta de los simios" de Pierre Boulle) entre mis obras preferidas de ciencia ficción sociológica, por lo que las exigencias para que logre conformarme eran muy altas.
Había visto la versión del año 1984 protagonizada por John Hurt y dirigida por Michael Radford y, si bien no me disgustó, debo decir que fue una decepción, quizás porque tenía muchas expectativas. En cambio de ésta, que no esperaba nada más que una película de cine fantástico de clase B de la década del 50, debo decir que -aunque está bastante simplificada, no lo niego- logra conservar el espíritu del libro, algo que no esperaba que se logre (ni creí que se tomaran la molestia de intentarlo). Esto es muy raro en esa época, cuando la ciencia ficción estaba dirigida casi totalmante al público (de mente) infantil, al que buscaban atraer -igual que en la actualidad- con el nombre de algún libro famoso que nunca se tomarían la molestia de leer, como por ejemplo las adaptaciones cinematográficas de "La guerra de los mundos" y "La máquina del tiempo" de H. G. Wells.
Les recomiendo que vean esta película a todos los que leyeron el libro, y a los que no lo leyeron también, aunque a ellos también les recomiendo que lean la novela de George Orwell porque es excelente.
Inicialmente la había calificado con un 8, pero luego de pensarlo mejor le pongo un 9, y es muy probable que me guste más la proxima vez que la vea, pero no le voy a poner un 10 porque el libro es EL LIBRO.
Disfrútenla y ABAJO EL GRAN HERMANO!!!!!!!!!!!!!

Me ha sorprendido realmente este film. No he tenido el privilegio de leer la novela de George Orwell, por lo que no puedo juzgar si su adaptación es fiel o no, pero como obra cinematográfica me ha parecido fantástica. Excelentes interpretaciones (Edmond O´Brien y Michael Redgrave están supremos), magnífica puesta en escena, buenísimos decorados y una estructura narrativa comprensible, amena y llevadera, además de una historia buenísima y arrebatadora. Mucho mejor que la versión de "1984" del propio año 1984. Lo peor de todo es que es muy desconocido y se merecería más popularidad y reconocimiento, al menos, como ya he dicho, mucho más que la versión del año 84...

El reto de trasladar a la pantalla una obra tan compleja como la homónima novela de G. Orwell otorga mérito adicional a la adaptación de M. Anderson.

Porque no incurre en el pecado de lo pretencioso y sabe dirigir la película con naturalidad y sencillez sin caer en excesos de ningún tipo gracias a un guión muy cuidado.
Porque es rica cinematográficamente hablando, el juego de la cámara resulta muy eficaz y las escenas se suceden siempre impulsadas por el resorte de la soltura
Porque la trama se desarrolla con dinamismo y fluidez, los actores cumplen su cometido con brillantez y la banda sonora se ajusta a la acción con precisión.
Y porque en todo momento posee credibilidad, contundencia y fuerza narrativa.