Lobos guerreros

Aunque bajo bandera estadounidense, "Interzone" es un film de explotación italiana ochentero, enmarcado en el género postapocalíptico y madmaxiano. Y sin embargo, no está tan mal. He visto auténticos bodrios, cuyas reseñas están en Filmaffinity, y éste no me lo parece. No es que sea bueno, que no lo es, sino que tiene un cierto encanto y savoir faire, gracias a una buena dirección de Sarafian, que aprovecha sus escasos medios sabiamente y un trío de protagonistas con química, en especial el antihéroe encarnado por Bruce Abbott que nos recuerda a personajes del cine de John Carpenter como el inútil con suerte de Jake Burton en "Gran golpe en la pequeña China".

Pero repito, no es buena, ni siquiera llega a película de culto. Pero se deja ver. La película tiene una BSO de lo más épica, que mejora lo que vemos en pantalla, no obstante, quién empleó música latina para los extraños garitos que aparecen habría que llevarlo al psiquiátrico.

Y hay algunas cosas surrealistas, diría que buñuelianas. Esa redada de paramilitares y curas con hábito sacudiendo a un bailarín gay semidesnudo y con un gran paquete no tiene pérdida. En ocasiones recuerda a "Aterriza como puedas" como con esa visión de felicidad que tiene el protagonista imaginándose corriendo por el campo, yendo hacia la chica, que a su vez también corre. Por cierto, ¡que mala puntería tiene el héroe, que no acierta a tres motoristas que le persiguen a 20 km/h con una metralleta, pistola y granadas! Incluso tenemos un omento que parece haber homenajeado Sam Raimi en su posterior "El Ejército de las Tinieblas" y es cuando el héroe debe combatir a un monstruo en una especie de agujero infecto, donde es lanzada la gente para que los devore.

Pero mejor ver esto a cualquier basura de ésas que produce últimamente la empresa del ratón.