El viaje a Bountiful

He elegido el título de uno de los temas de la banda sonora firmada por J.A.C. Redford, compositor norteamericano nominado a los premios Grammy y Emmy y galardonado con el premio ASCAP (Sociedad Americana de Compositores, Autores y Editores) como título de la crítica. ¿Por qué? Porque la canción, en cierta manera, evoca esa profunda llamada, ese retorno a lo espiritual, a los orígenes, protagonizado por Geraldine Page, fantástica actriz nominada a los premios de la Academia en siete ocasiones anteriores y que, paradójicamente, obtuvo la estatuilla en una de sus últimas actuaciones -Page murió dos años después de la filmación de esta película, en 1987.
El elenco de actores incluye a una joven Rebecca De Mornay en una de sus primeras apariciones en la gran pantalla. Tengo la sensación de que la carrera de esta actriz ha sido muy irregular. Me recuerda en cierto modo al alemán Prochnow.
Película dirigida sobriamente por Peter Masterson, que no se ha prodigado en exceso, siendo Regreso a Bountiful, la película de la que hablamos y Sirena (Mermaid, TV) sus mejores trabajos. Está basada en un relato de Horton Foote, escritor que obtuviera el prestigioso premio Pulitzer en 1995 y del cual únicamente ha sido traducido en castellano un único relato.

Adjunto un enlace en el que se puede escuchar la canción mencionada (y que incluye la letra)

https://www.youtube.com/watch?v=1EgJxPbS9ds

Se trata de un drama agradable y un poco triste sobre las relaciones humanas en una familia de tres personas.

Los caracteres están bien dibujados dentro de su simplicidad.

El espectador ve plácidamente lo que ocurre, aunque a veces casi está esperando que ocurra algo más.

Adaptación al cine de una pieza teatral de Horton Foote, que ya conociera una versión televisiva.

Geraldine Page recibió un Óscar por el papel protagonista, el de una anciana que espera recuperar la felicidad perdida volviendo a su pueblo natal, Bountiful. Un film sobre el peso de la añoranza, ambientado en los años cuarenta, que apenas se aleja de las tablas en cuanto a estructura y puesta en escena.



"Adiós, Bountiful. Adiós."

Ayyyy, las suegras! Ayyyyy, las nueras!!!!! Ayyyy, pobres hijos que tenéis que bregar entre la señora esposa y la señora madre procurando no tomar partido y padeciendo vuestra tortura en silencio como si de dos enorrrmes y molestísimas almorranas se tratasa.

Ésta es la historia de una de esas tormentosas relaciones. En realidad no se sabe muy bien quién es más insoportable, si la nuera o la suegra. En la película (y supongo que también en la obra de teatro) el autor toma clarísimo partido por la vieja, pero lo cierto y verdad es que la abuela es bastante chapas y tiene la terrible costumbre de cantar himnos religiosos para entretenerse. Yo sinceramente, de tener que convivir con una suegra así, también lo llevaría muy malamente.

La nuera es pintada como una auténtica bruja. Para empezar fuma y bebe cocacola sin parar. Peter Masterson debe de ser un auténtico talibán antitabaco y anticocacola porque en realidad éstos son los dos principales defectos de la muchacha. Además, para más inri, quiere ir un par de veces por semana con su marido al cine, y por si todo esto fuera poco, no quiere tener hijos. Y ya para remate de la pera, no le gusta el campo y es urbanita de pura cepa. En fin, un auténtico horror de nuera.

La suegra, por contra, es dicharachera, rural, y ni fuma ni bebe ni es aficionada al cine. Es ese tipo de mujer que se sienta a tu lado en el tren o el autobús y ya te puedes olvidar de leer el libro o la revista que llevabas o de ver la peli que pongan. Indefectiblemente te contará su vida, te hablará durante horas de lo hijaputa que es su nuera y si encarta te sonsacará hasta el número de tu carnet de identidad.

En fin, la historia no tiene más misterio, sólo que a mí estas pelis de tiernas e indefensas ancianitas encantadoras me aburren mogollón. Se parecen todas un montón y podría intercambiarse sin problemas una abuelilla por otra sin que se notara demasiado. Te cambio el cromo de la abuela de "El diario de Noa" por ésta, y ésta por la del Titanic, y la del Titanic por la de "Tomates verdes fritos"... y así hasta el infinito y más allá. Sólo espero que si yo llego a vieja no me dedique a ir por el mundo dando la chapa y torturando al personal como todas estas terroríficas abuelas.

Protagonizada por la célebre actriz, Lillian Gish, el 1° de marzo de 1953, la NBC Televisión estrenó el drama dirigido por Vincent J. Donahue, “The Trip to Bountiful”, adaptando la obra que escribiera el dramaturgo y guionista, Horton Foote, sin duda uno de los más calificados escritores norteamericanos de la segunda mitad del siglo XX. Basta recordar su participación como dramaturgo y/o guionista en películas como: “To Kill a Mockingbird”, “Baby the rain must fall”, “The Chase”, “Hurry Sundown”… y ya estamos ante títulos de los cuales nadie debería privarse, pues, se trata de historias con un peso sociológico, psicológico y político de enorme significado.

Ocho meses después (el 3 de noviembre del mismo año), “The Trip to Bountiful”, fue estrenada en el teatro Henry Miller de Broadway, y años después, ha tenido nuevos montajes en New York (2005) y en Broadway (2013), siendo, ésta última, una adaptación para actores afrodescendientes encabezada por la gran actriz, Cicely Tyson. Exceptuando este tercer montaje que tuvo 189 representaciones, los anteriores no fueron muy afortunados en taquilla, pero, a medida que pasan los años, la obra de Foote sigue ganando adeptos, sobre todo entre los ya mayorcitos que comienzan a comprender y a compenetrarse con ese bello personaje llamado, Carrie Watts.

La historia, ambientada en 1940, alude a la vida de una mujer sexagenaria quien no se siente cómoda viviendo en casa de su hijo Ludie, pues, su esposa, Jessie Mae –quien pareciera controlarlo todo-, se mantiene molesta con algunos rasgos de comportamiento que su suegra no consigue cambiar. Quizás por terquedad o talvez porque, de ésta forma quiere presionar su salida de allí, la señora Watts sigue firme en sus molestas actitudes, en vista de que su hijo no accede a llevarla a Bountiful, la tierra en la que vivió durante muchos años.

Comienza, así, una conmovedora aventura que llevará a ésta especial mujer a querer realizar su anhelo a como dé lugar y, Horton Foote, logrará penetrar el alma de ese personaje que, quizás, se parece en algo a su propia madre… y como es común en algunas de sus obras, aquí también es probable que alguien descubra la manera apropiada de lograr lo que es procedente conseguir.

Como estudio del alma humana y como reivindicación de la vida natural, <<REGRESO A BOUNTIFUL>>, resulta una muy grata película y dará finas puntadas de cómo la disposición a empatizar y a ceder puede producir verdaderos milagros.

La película, dirigida con mucho tino por Peter Masterson, está magníficamente protagonizada por la veterana y maravillosa actriz, Geraldine Page, quien nos asegura un personaje cálido y muy bien matizado que dará cuenta de la lucidez que suele subestimarse en las personas de esa edad. Su interpretación la haría, por fin, merecedora del Premio Oscar a Mejor Actriz, pues, ya había sido nominada en ¡siete ocasiones más!; y para complementar el reparto, se eligió a John Heard (Ludie), Carlin Glym (Jessie Mae), y Rebecca De Mornay (Thelma) entre otros, resultando todos ellos bastante acertados.

Película apta para aquellos que quieran darse un grato paseo por el alma humana y también para aquellos que crean que, ya es tiempo de que la humanidad vuelva a pensar en el valor inmenso que tiene la naturaleza.

Mención para la preciosa canción gospel, “Softly and Tenderly”, cantada por Cynthia Clawson.

Título para Latinoamérica: <<EL VIAJE A BOUNTIFUL>>